El grupo chileno ofrecerá el Tributo a los poetas rebeldes de América en el Metropólitan
Siempre hay causas nuevas por las que luchar y cantar: Quilapayún
El concierto, por quienes han reivindicado una sociedad más justa, como Violeta Parra, Víctor Jara, Pablo Neruda y Gabriela Mistral
, señaló su fundador Eduardo Carrasco
Mañana tocarán la emblemática Cantata de Santa María de Iquique
El jueves harán otros temas clásicos
Martes 9 de octubre de 2012, p. a10
La fuerza y el dolor populares se unen en la Cantata de Santa María de Iquique, que narra la represión sucedida hace 105 años a obreros del salar en la Escuela Domingo Santa María del puerto de Iquique. Esta composición será la columna vertebral del concierto que ofrecerá el grupo chileno Quilapayún, mañana y el jueves, en el teatro Metropólitan, con el título de Tributo a los poetas rebeldes de América, informó en entrevista Eduardo Carrasco, fundador de este proyecto musical con casi 50 años de historia.
Añadió que la citada cantata popular es considerada una de las obras cumbres de la canción latinoamericana. Quilapayún tocará las piezas fundamentales de su repertorio. “La música cuenta historias para recordar, historias que son vida en la voz de quienes las interpretan. La Cantata de Santa María de Iquique es una obra extraordinaria, original de Luis Advis y grabada por nosotros en la década de los 60; se convirtió en emblema de libertad y paz desde entonces.
“En abril de 2008, la edición chilena de la revista Rolling Stone situó a este álbum en el cuarto lugar dentro de los 50 mejores discos chilenos de todos los tiempos.”
Nacida en Santiago de Chile, en julio de 1965, Quilapayún es una agrupación musical emblemática. Su historia va de la mano con las mejores causas de América Latina y su canto ha acompañado a varias generaciones de espectadores y ha inspirado a luchadores sociales. En este caso, la cantata es una obra musical compuesta por 18 partes, incluyendo cinco relatos que narran los sucesos de la matanza de la Escuela Santa María, ocurrida el 21 de diciembre de 1907, en la ciudad de Iquique, en el norte de Chile, perpetrada por tropas al mando del general Roberto Silva Renard, siendo el gobierno presidido por Pedro Montt.
Carrasco habló desde Chile, frente al mar, mientras una suave brisa pegaba en su rostro. Tenía una copa de vino de su país en la mano. “Fundé el grupo en 1965. Nuestro concierto se llama Los poetas rebeldes de América Latina, que han reivindicado una sociedad más justa y solidaria, contra un mundo que no es de su agrado; puedo citar a Violeta Parra, Víctor Jara, Pablo Neruda y Gabriela Mistral, y todos nuestros grandes poetas. Siempre se rebelaron en sus escuelas, como hacen hoy los estudiantes, contra el sistema excesivamente libremercadista, que ha abandonado totalmente a la educación pública. Se ha instalado una especie de sálvese quien pueda, en medio de un sistema al que uno está integrado según sus posibilidades y te las tienes que arreglar como puedas.
“Por tanto, se vive en una sociedad que genera mucha frustración; por eso los estudiantes se rebelan, porque quieren una situación distinta. Nosotros siempre tocamos temas de Víctor Jara, porque él fue director artístico de Quilapayún durante tres años, y dejó una huella imborrable. Siempre lo recordamos, sobre todo porque su asesinato sigue impune, no se ha hecho justicia y los culpables andan libres por las calles. Nunca olvidaremos la deuda que tenemos con Víctor Jara.
“Con Violeta tenemos otra deuda, porque fue la primera cantante rebelde de Chile, al iniciar esta forma de cantar, consciente con las luchas populares y con las tradiciones del pueblo. Todo eso y más, como nuestras canciones de lucha, para responder a la situación histórica.
En el primer concierto tocaremos la citada cantata y en el segundo nuestros temas clásicos, para que vayan a los dos. Vamos a mostrar un poco lo que ha sido nuestra trayectoria de 47 años. Nuestros conciertos están marcados por las luchas sociales, reivindicando la justicia y la libertad. No fuimos más luchadores que ahora, pues seguimos manteniendo nuestros principios y cada nueva experiencia se traduce en canciones. Vamos avanzando sin traicionar nuestro pasado y proyectándonos hacia el futuro. No ha cambiado nuestra actitud. Por eso hemos cantado la cantata en todo el mundo y todos se emocionan. Esa pieza nos ha dado un sello. Dura 41 minutos y la vamos a tocar íntegra. Serán unos conciertos generosos y amables en cuanto al repertorio.
Agregó que el canto latinoamericano nunca ha muerto. Nuestra canción es de conciencia y cada vez hay más causas por las cuales protestar, luchar y cantar, y mucha violencia que tiene que ser denunciada. El canto puede despertar, movilizar conciencias. Siempre hay causas nuevas.
No obstante, como el Micromegás de Voltaire es optimista y ve fenómenos esperanzadores. La tendencia ha ido marcando un avance hacia la democracia, la libertad y la justicia. Hace 30 o 40 años vivíamos bajo las dictaduras; ahora estamos lejos de esa situación. Lo peligroso ha sido eso de la tendencia libremercadista, que hay que contrarrestar con democracia real. Esa es nuestra gran tarea. Una dictadura, se los digo a las nuevas generaciones, es ¡un desastre terrible! ¡Es un sistema de violencia! Los militares regularmente no han defendido al pueblo, sino que han detenido a los movimientos populares, el avance de la democracia. Ojalá nunca se repita esa experiencia histórica. Los militares debe estar tranquilos en sus cuarteles. Su función es defender a su patria, no tomar las riendas de un gobierno para estar bien con los poderosos.
Algo sabe sobre el tema el maestro Carrasco. Quilapayún ya prepara un nuevo disco.