La agresión de los narcos lo justificaba, dicen
Viernes 12 de octubre de 2012, p. 9
Los infantes de marina que intervinieron en el enfrentamiento en el que murió Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, cometieron el error
de no haber notificado a la Procuraduría General de la República (PGR) sobre los hechos, sostuvieron mandos de la Armada de México, los cuales agregaron que el hecho de que el líder de Los Zetas y sus acompañantes dispararan granadas y atacaran a los efectivos con armas de grueso calibre, era suficiente para notificar y dar vista al Ministerio Público Federal, en lugar de haber recurrido a la Procuraduría General de Justicia del estado de Coahuila.
Los mandos consultados admitieron que estos hechos son reflejo de la falta de confianza y de coordinación entre las fuerzas armadas, la PGR, Policía Federal y las corporaciones estatales y municipales en el combate al crimen organizado,
Agregaron que en muchos casos, las autoridades ministeriales federales tardan en acudir al lugar de los hechos –en los que incluso hay muertos–, por lo que en ocasiones los infantes de marina tienen que recurrir a las autoridades locales.
Apuntaron también que el hecho de que Lazcano no fuera acompañado por una escolta ostentosa ni por un convoy de sicarios, refleja que se sentía cómodo en la plaza de Coahuila, porque tenía la protección de autoridades locales y federales
que le brindaban seguridad.
“Ni Lazcano ni las autoridades que le brindaban protección pensaron que el líder de Los Zetas terminaría abatido por una patrulla de infantes de marina que realizaba un patrullaje de rutina en la zona en la que se encontraba”, señalaron.
Lo que indica el manual de procedimientos
Las fuentes navales agregaron que el manual de procedimientos de la Marina indica claramente los casos en que se debe notificar al Ministerio Público Federal, a saber: cuando operan en coadyuvancia con las autoridades civiles en labores de seguridad pública y cuando en un hecho hay indicios de que se cometieron delitos federales.
Se tiene conocimiento, dijeron, que cuando los marinos patrullaban el municipio de Progreso, Coahuila –como afirmó en su momento la Secretaría de Marina–, los presuntos delincuentes al ver a los uniformados trataron de huir disparando granadas y armas de grueso calibre, lo que constituye un delito en contra de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, por lo que, al terminar el enfrentamiento –con un saldo de dos agresores muertos y uno más que huyó–, los marinos tenían que haber notificado a la PGR, tal como lo prevé el manual de procedimientos de la institución, concluyeron.