La activista chihuahuense fue asesinada frente al palacio de gobierno el 16 de diciembre de 2010
En la audiencia se presentaron diversas pruebas incriminatorias, entre ellas una pistola 9mm
Viernes 12 de octubre de 2012, p. 11
Chihuahua, Chih., 11 de octubre. El presunto asesino de Marisela Escobedo Ortiz fue vinculado a proceso hoy, en una audiencia pública ante el juez de garantías, en la cual la fiscalía presentó una serie de pruebas que vinculan directamente a José Enrique Jiménez Zavala, apodado El Wicked, con la muerte de la activista, ocurrida el 16 de diciembre de 2010.
El asesinato de Marisela Escobedo Ortiz, una madre dolida que estaba exigiendo justicia para su hija Rubí Marisol, detonó una reacción en cadena en todos los ámbitos de la vida social y política, conviertiéndose en un caso emblemático y un reto para la justicia chihuahuense.
Después de un año y 10 meses, la Fiscalía General del Estado de Chihuahua capturó y presentó a Jiménez Zavala como el autor material del crimen.
El martes 9 de octubre, agentes del Ministerio Público de la Fiscalía Especializada en la Investigación y Persecución del Delito Zona Centro le formularon imputación ante una juez de garantías del distrito judicial Morelos por el delito de homicidio calificado y agravado en perjuicio de Marisela Escobedo Ortiz. Ayer, se le vinculó a proceso penal dentro de la causa penal 2347/12, y se fijó el término de ocho meses para el cierre de la investigación.
En la audiencia, que duró más de cuatro horas, el Ministerio Público presentó distintas pruebas incriminatorias, entre las que destaca la declaración videograbada y asistida por un defensor público hecha por el imputado, en la cual Jiménez Zavala narró detalladamente desde que recibió la orden de matar a Marisela Escobedo, la forma en que planeó el crimen, hasta el momento en que detonó el arma y huyó del lugar.
En la declaración dijo: “… a mediodía comencé a dar vueltas en torno al palacio de gobierno en compañía de El Gordo, en un vehículo Toyota Camry blanco robado. Traíamos una pistola 9 milímetros cada uno. No había un plan exacto: podría ser yo o El Gordo quien realizara el jale. A mí me pareció que traía seguridad, por lo que eso retrasó el evento… A las seis de la tarde me habla Tarzán en actitud de carrilla, porque el jefe ya estaba molesto, y como a las siete y media en una de las vueltas… observé una mesa en la banqueta del parque, y el lugar estaba relativamente despejado. El Gordo iba manejando y yo bajé del vehículo; le dije que no dejara que nadie se parara enfrente…”
Entre las pruebas está la pistola tipo escuadra marca Sauer, calibre 9 milímetros, requisada por la fiscalía hace aproximadamente un año, tras el asesinato de un presunto delincuente apodado El Payaso. En aquel entonces la autoridad ministerial presentó a El Payaso como el probable responsable del emblemático crimen, ya que el cotejo balístico del arma coincidía con la bala que había matado a Marisela.
El Wicked dejó asentado que inmediatamente después del asesinato recibió instrucción de guardar el arma por un buen tiempo: La tuve como seis o siete meses, me dormía con esa arma
. Hasta que un día lo citó El Sabritas con la orden de entregarle la pistola. En el lugar de la reunión: “Él me explica que la iban a usar para achacársela a alguien para que cerraran el caso. No le puedo decir cuántos meses después que fue cuando mataron a una persona de apodo Payaso”.
Cuando los medios publicaron sobre la muerte de El Payaso y el arma vinculada al caso de Marisela, “…con eso ya supe el destino que le dieron al arma”, declaró El Wicked. La misma pistola fue utilizada en otros cinco homicidos.
Se leyó la declaración de una mujer conocida de un hombre apodado El Api. Además, la declaración de Luis Alberto Camacho Ramos, alias El Tocker, y la de la pareja sentimental de El Wicked.
Al indiciado se le presentó la videograbación captada por la cámara de seguridad, que filmó el momento del homicidio de la activista, y la secuencia de acciones del atacante, y el retrato hablado elaborado por expertos con la descripción que hizo el hermano de la víctima, que presenció el crimen.
Basado en la argumentación ministerial de las agravantes, la autoridad judicial estableció que en ese homicidio a título de dolo y consumado hubo premeditación, ventaja, superioridad y alevosía.
José Enrique Jiménez Zavala, alias El Wicked, fue detenido junto con Luis Alberto Camacho Ramos, alias El Toker y/o Mexican, por agentes de la Policía Única División Preventiva el 4 de octubre, en el estacionamiento de un centro comercial de la capital de Chihuahua, a bordo de una camionera y en compañía de su esposa y sus dos hijos, de dos y cuatro años, respectivamente.
Jiménez Zavala era el cabecilla del grupo de Los Aztecas en la capital de Chihuahua, donde se encargaba de distribuir droga y cumplía órdenes de La Línea como brazo ejecutor.
El asesinato de Marisela Escobedo, según El Wicked, fue en compromiso de un acuerdo entre la organización delictiva de La Línea con Los Zetas, “ya que el que asesinó a Rubí, Sergio Barraza, andaba en Zacatecas y andaba con Los Zetas”, y las acciones de Marisela ya hacían mucho eco en las noticias y atraían la atención al estado zacatecano.