La exigencia de aprobar su iniciativa de ley, un berrinche
Viernes 12 de octubre de 2012, p. 12
El llamado del presidente Felipe Calderón a que los legisladores aprueben ya su iniciativa de Ley General de Víctimas es un acto de incongruencia, ya que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) todavía no se ha pronunciado con respecto a la acción de inconstitucionalidad que promovió el mandatario sobre ese tema, señalaron activistas de organizaciones sociales.
Jorge Verástegui, miembro del colectivo Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila, afirmó que la exigencia de Calderón es un berrinche
en los días finales de su gobierno, que no puede discutirse hasta que el máximo tribunal del país decida la suerte de la legislación anterior, que ya tenía el aval de ambas cámaras.
Por otro lado, dijo, es cuestionable que el mandatario hable de la necesidad de tener buenos samaritanos
sólo cuando se trata de sus propias iniciativas, pero no para atender las múltiples demandas de justicia que se le hicieron durante todo el sexenio.
Ante la existencia de dos propuestas de ley sobre el tema, Verástegui llamó a no aprobar ninguna al vapor, sino abrir mesas de debate en todo el país, sin importar lo que nos tardemos
, al tiempo que consideró que el supuesto interés de Calderón en las víctimas parece un intento de último minuto para tratar de limpiar su conciencia.
Ileana García Laguna, asesora del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad en el tema de la ley de víctimas, coincidió en señalar que es imposible aprobar la iniciativa calderonista, dado que fue el propio titular del Poder Ejecutivo quien el pasado primero de julio vetó una ley que ya tenía el aval de todas los partidos políticos, y después inició la controversia ante la SCJN.
Por ello, si el Presidente realmente quiere avanzar en la legislación de este tema, consideró la especialista, en vez de exigir que se vote su propuesta debería retirarla y publicar la norma anterior que el Congreso había aprobado a finales de abril por unanimidad.
Cualquier exhorto que él haga a menos de dos meses de entregar la Presidencia es un llamado en el desierto, porque él ya no es un interlocutor válido para el movimiento de víctimas. Al igual que con el tema del memorial y de la creación de Províctima, Calderón traicionó su palabra
, enfatizó.