Crece el rechazo social a las duras condiciones del rescate
financiero del FMI
Domingo 14 de octubre de 2012, p. 3
Berlín, 13 de octubre. Grecia espera acordar un nuevo paquete de austeridad con sus prestamistas y que la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) resuelvan sus diferencias sobre cómo reducir la deuda del país cuando los líderes europeos se reúnan el 18 y 19 de octubre, afirmó hoy el primer ministro, Antonis Samaras.
El país se encuentra en conversaciones con la UE, el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI respecto a un nuevo conjunto de recortes de gastos y reformas a cambio del próximo tramo de préstamos para salvar al país de la bancarrota.
Las negociaciones se han extendido más de lo esperado y Atenas afirmó que se quedará sin dinero a finales de noviembre sin el tramo por 40 mil 850 millones de dólares.
En una entrevista para la edición dominical del periódico griego Kathimerini, Samaras afirmó que espera que se llegue a un arreglo a tiempo para la cumbre de la Unión Europea.
Para entonces habrán sucedido dos cosas. Primero, habremos completado el acuerdo sobre acciones fiscales y estruc- turales previas al desembolso y, segundo, Europa y el FMI habrán probablemente superado sus diferentes estimaciones sobre cómo asegurar la sustentabilidad de la deuda
, explicó.
Con Grecia sumida en una recesión que lleva ya cinco años, el FMI ha respaldado dar a Atenas otros dos años, hasta 2016, para alcanzar sus metas de reducción del déficit.
El financista de la zona euro, Alemania, afirmó que quiere esperar la divulgación de un informe de funcionarios de la troika de la UE/BCE/FMI antes de adoptar cualquier decisión.
La Unión Europea también enfrenta presión del FMI para restructurar los créditos que Atenas debe al bloque, una perspectiva incómoda para algunos líderes europeos, particularmente para la canciller federal alemana, Angela Merkel, para quien aceptar pérdidas a partir de la deuda sería políticamente desagradable con elecciones programadas para septiembre del próximo año.
Por lo pronto, Merkel sostuvo este sábado que Grecia parece estar progresando en sus reformas y debe atenerse a los acuerdos que firmó, pero añadió que hay que seguir dando oportunidades al país y que su gobierno mantiene estrechos contactos con Atenas.
El nuevo paquete de recortes es negociado por un total de casi 15 mil 546 millones de dólares, que incluye un plan para aumentar la edad de jubilación de 65 a 67 años y para que resulte más rápido y barato a los empleadores despedir trabajadores. En este sentido, una encuesta divulgada el viernes encontró que 72 por ciento de los griegos se oponen a que haya un rescate financiero.
De las mil 17 personas encuestadas entre el 4 y el 8 de octubre, cuatro de cada cinco estimaron que Grecia marcha en la dirección equivocada y sólo 13 por ciento indicó que el país está en el camino correcto.