El acuerdo entre Pemex y astilleros gallegos produce condiciones favorables, sostiene
Señala que hay transferencia de tecnología que genera beneficios
a las dos partes
Martes 16 de octubre de 2012, p. 3
Madrid, 15 de octubre. El presidente electo, Enrique Peña Nieto, seguirá adelante con los términos pactados entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y dos astilleros gallegos –Navantia e Hijos de J. Barrera– para la construcción de dos hoteles flotantes por un valor de 380 millones de dólares. Esto lo ratificó ante el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, durante una reunión realizada este lunes por la mañana.
Además de decirse persuadido de las ventajas de la operación por los términos contractuales y la transferencia tecnológica implicada en la construcción de los buques, el político priísta desestimó, a pregunta expresa, revisar o modificar las cláusulas pactadas en el acuerdo, donde hay una específica de confidencialidad, por la cual ninguna de las dos partes puede revelar detalles.
Para tal determinación, el presidente electo insistió en que su gobierno “habrá de continuar con las gestiones iniciadas por Pemex y los astilleros de Galicia por los barcos-hoteles que se habrán de construir.
Es algo que Pemex está necesitando y demandando y creo que el acuerdo que se ha llevado a cabo genera condiciones favorables en un ambiente de ganar-ganar, tanto para los constructores como para Pemex.
De ese modo, el ex gobernador mexiquense ratificó ante las instituciones y la opinión pública española el acuerdo alcanzado en abril pasado en la ciudad de México, durante una reunión a puerta cerrada entre Rajoy y el presidente Felipe Calderón, en la cual el mandatario español habría pedido ayuda para salvar de la bancarrota al sector naviero gallego, cinco años ayuno de cualquier contrato.
Según lo trascendido de dicho encuentro, ahí se sentaron las bases de la alianza estratégica
firmada un mes después por el director general de Pemex, Juan José Suárez Coppel, y el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.
Ese acuerdo consta de cuatro pilares: el contrato ya suscrito para la construcción de dos floteles y la edificación de un centro de almacenamiento y comercialización de Pemex en el puerto de La Coruña, con inversión inicial –a cuenta de la paraestatal– de 70 millones de dólares y el cual ya está aprobado y en marcha.
Además, la contratación por la paraestatal de astilleros gallegos para construir 14 remolcadores petroleros, de los cuales siete serán de exclusiva manufactura gallega y el resto serán vía conversión con astilleros mexicanos y de Galicia.
El último pilar es la intención del gobierno español y de los astilleros gallegos de obtener una buena parte de los contratos para la renovación de la flota de Pemex, en la que se prevé la compra de 150 embarcaciones de diverso calado.
Peña Nieto declaró que Pemex ya le ha entregado la información en la cual sustenta la conveniencia de construir los hoteles flotantes con los astilleros gallegos.
Es un asunto que va más allá de la compra de barcos hoteles, sino que además hay transferencia de tecnología que genera beneficios comunes, y yo simplemente he respaldado (después de conocer la información) que se sigan las gestiones para llevar a cabo y concretar este acuerdo.