El stand up comedy se abre camino en México. Con diferentes propuestas y estilos, desde los más comerciales hasta los grupos independientes, este género va ganando tanto hacedores como público con la premisa de hacer reír, pero también invitar a la reflexión acerca de distintos temas. Uno de estos espectáculos es Contenido Neto, en el que participan cuatro mujeres y cuatro hombres con una perspectiva clara: no es el chiste por el chiste, no es nada más hacer reír como lo haría un cuentachistes.

Contenido Neto se presenta los sábados a las 20 horas en Hut Condesa (Celaya 25), en la colonia del mismo nombre, el cual se ha convertido en uno de los centros neurálgicos para el género, que, contra lo que se piensa, no es mera improvisación frente a un micrófono: hay todo un trabajo de investigación y ensayos hasta llegar al producto final.

“Este es un género que ha existido desde hace muchos años: el narrador que se para frente al público y le da un toque cómico a lo que dice. En México podemos verlo en la época de oro del teatro mexicano y de la carpa, con Palillo, el Panzón Pacheco, incluso podríamos decir que Cantinflas y Resortes hacían stand up comedy, pero no era el comediante a cara limpia, sino un personaje”, explica Fernando Canek, quien junto con Andrea Newman, Nacho Vargas, Gus Proal, Andrea Ortega, Miguel León, Gloria Rodríguez, y Karla León da forma a Contenido Neto. Todos ellos con diferentes profesiones: desde actuación, guionismo, conducción en televisión o gestión cultural, hasta escritura de poesía, joyería en plata o venta de artículos para mascotas.

De Cantinflas, Resortes y Palillo, añade Canek, evolucionamos al teatro bar, a lugares como El Refugio del Viejo Conde o La Gran Tasca, todos estos pequeños lugares que fueron nichos para comediantes que tenían un mensaje crítico y que el público iba a ver con mucha avidez, pero con la inseguridad que afecta al país se fueron perdiendo.

La diferencia sustancial entre el cuentachistes y el standupero es que, si bien los dos buscan hacer reír, el segundo lo hace desde su propia perspectiva, habla de sí mismo. “No todos lo respetan, no es una ley inquebrantable. Hay quien se dedica a crear chistes nada más para hacer reír y no le interesa reflejarse. Otros se dedican más bien a purgar y que esa sea chistosa. Mucha gente piensa que ser standupero es subirse al escenario y hablar, pero no es así. Hay todo un proceso, toda una técnica”, subraya Gus.

Postura honesta

“El standupero en sí es su propio escritor y director.

“Más importante aún es hablar de manera honesta, desde nosotros mismos, porque a final de cuentas la stand up comedy tiene su raíz en sostener una postura frente a cualquier tema, desde derechos de los homosexuales hasta los garantías de los actores o la vida cotidiana”, puntualiza Gus Proal.

Contenido Neto tiene un código de ética, que no moral, no escrito: “Sabemos qué es lo que queremos hacer y tenemos bien claro cómo lo vamos a abordar, cada quien respetando nuestros temas; pero sí buscamos hacer una diferencia justamente porque no hay público standupero, se está generando, y se corre el riesgo de que si esto se masifica o si va a un show improvisado, no profesional, se vaya con la idea equivocada”.

Entre los puntos de este código de ética no escrito está la responsabilidad de estar frente a un micrófono. No queremos nada más ventilar nuestras neurosis; queremos realmente sembrar en el público esa semillita de la reflexión de los temas de los que hablamos. Y estos temas en Contenido Neto van desde los derechos de los homosexuales, la política, viajes en Metro, hasta lo que significa tener dos nacionalidades o ser una mujer con sobrepeso. Y todo, por supuesto, provocando las carcajadas del público porque: si no hacen reír, entonces serían conferencistas.

Otro punto es ser profesionales en el manejo del escenario y en la forma de narrar las situaciones. No es la simple improvisación. Hay todo un trabajo detrás. Los chistes se calculan y son el resultado de mucha eliminación, de prueba y error, tercia Gus.

Karla, la Kikis, añade: “Es de probar y quitar cosas y probarlas con el público. Otra cosa en la que Contenido Neto se diferencia del resto de los standuperos, de cuentachistes y de cómicos en general, es que la comedia mexicana está llena de misoginia, de homofobia, de racismo, de cosas con las que no comulgamos y con las que no vivimos. Sí criticamos, sí ponemos el dedo en la llaga, sí hacemos crítica, pero desde el respeto siempre que nos tenemos todos, porque todos somos diferentes; somos cuatro mujeres y cuatro hombres, todos diferentes, y eso hace de Contenido Neto algo que vale la pena verse”.

Lo que queremos es sorprender, hacer reflexionar y, por supuesto, hacer reír, habla otra vez Gus. Y lo logran. A lo largo de la hora y cachito del show, las carcajadas no paran, tampoco las miradas entre el público de quien se reconoce con lo que pasa en el escenario. ¿Quién no ha viajado en Metro?, ¿quién no ha tenido una racha de relaciones fallidas?

No buscamos que el público reciba algo condensado y fácil: a través de nuestras personalidades, de nuestra visión de la comedia, de quiénes somos, podemos llevarlos a unas reflexiones propias inspiradas por nuestras reflexiones individuales, o nuestros estilos individuales, dice Canek, y lo complementa Nacho: Rompiendo los estereotipos impuestos por los medios masivos como la televisión, en donde el albañil siempre habla igual, y siempre visten al macuarrito de la misma manera.

Terapia catártica

La stand up comedy es además un movimiento en el que las mujeres cada vez participan más. Está abierto, pero plagado de hombres, señala Andrea Newman.Como la mayoría de cosas nuevas, suele ser más popular entre los hombres, porque es más aceptable que ellos hagan cosas. Sobre todo ser chistoso y ser feo siempre ha sido algo que los hombres pueden hacer bien.

“Sí hay más hombres –responde Nacho–, pero las mujeres son más poderosas”.

El género es además una especie de terapia en la que los standuperos, y con ellos el público, hacen catarsis. Y aquí es necesario eliminar uno de los prejuicios:

“Se ha manejado que el stand up es un género donde el comediante se sube a humillarse y a hacer el ridículo frente al público; creo, al menos en eso estamos de acuerdo todos, que no hay nada más lejano. Sí hay una sobrexposición, hablas de cosas que no hablarías más que en terapia, pero es un acto de valentía empática. Si la gente creyera que te estás humillando no se reiría. Me gusta resaltar que no es subirse a humillar, ni a ti ni al público”, puntualiza Gloria.

Uno de los grandes retos del stand up es la creación de público, personas que se identifiquen y reflexionen junto con los standuperos. “Creo que los standuperos del país somos la voz y manejamos temas que muchos no se atreven a decir; creo que por eso viene la gente”, finaliza Miguel León.

Para el calendario de las presentaciones de Contenido Neto: www.sehacecomedia.com.mx, facebook.com/sehacecomedia y en Twitter: @sehacecomedia