Los soldados lo implican en la matanza de 18 estudiantes en Villas de Salvárcar, en 2010
Luego de estudiar el caso, el Centro Pro concluyó que el chihuahuense sufrió abuso físico
Jueves 25 de octubre de 2012, p. 14
La primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) atrajo este miércoles el caso de Israel Arzate Meléndez, quien busca demostrar a los ministros, con el apoyo del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, que en febrero de 2010 fue torturado por policías estatales y por militares para que se declarara culpable de haber participado en la matanza de 18 estudiantes ocurrida en la colonia Villas de Salvárcar, Chihuahua, en enero de ese año.
Por unanimidad de cinco votos, los ministros que integran esa sala decidieron pedir a un tribunal colegiado de circuito que remita el expediente a la Corte para que el máximo tribunal estudie el tema en los próximos meses.
El pasado martes, al hacer pública la historia de Arzate, Javier Hernández, representante del Alto Comisionado para Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en México, afirmó que el caso de este joven chihuahuense confirma que en México la tortura y detenciones arbitrarias son pan de todos los días
.
Hernández denunció que el joven Israel lleva dos años y medio preso en el Cereso estatal de Chihuahua, sin que existan pruebas adicionales en su contra.
La primera sala de la Corte aceptó ayer la solicitud del ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea para conocer del amparo solicitado por Arzate contra los autos de vinculación a proceso que se le dictaron en dos expedientes distintos, uno por homicidio y lesiones, y el otro por posesión de vehículo robado.
A decir de fuentes judiciales, este caso permitirá a la Corte pronunciarse sobre el Protocolo de Estambul, el mecanismo avalado por la ONU para detectar torturas en procesos penales, pues la principal prueba contra Arzate es su propia confesión, obtenida mediante abuso físico en su contra, según ha denunciado el Centro Pro.
Tanto la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), como el Centro Pro Juárez aplicaron el protocolo y concluyeron que Arzate fue torturado.
Arzate fue capturado por militares unos días después de la masacre, cuando manejaba una camioneta Grand Cherokee con reporte de robo.
El joven rindió su confesión en una diligencia celebrada en instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y el 7 de febrero de 2010 la Procuraduría General de Justicia de Chihuahua lo presentó ante los medios de comunicación como involucrado en la matanza de Villas de Salvárcar, por la que hay otros cuatro detenidos.
El año pasado, un tribunal oral de Chihuahua condenó a 240 años de cárcel a cada uno de los otros cuatro acusados por la matanza, pero en el caso de Arzate no se ha dictado sentencia, pues está pendiente la resolución de sus amparos.