El músico visitó la carpa Café Literario en la Feria Internacional del Libro del Zócalo
Lunes 29 de octubre de 2012, p. a14
El músico y guitarrista Javier Bátiz considera que el rock se ha perdido en el vasto mundo de los géneros musicales, y que en el sentido estricto de la palabra ya no existe.
En la 12 Feria Internacional del Libro del Zócalo (FILZ), en el espacio Café Literario, se realizó una mesa sobre el rock nacional, con la moderación de Rafael Molina y la participación de Jorge García y Benjamín Anaya, quienes deleitaron con su ponencia a medio centenar de visitantes.
Sorpresivamente, se presentaron los hermanos Javier y Baby Bátiz, quienes pasaron desapercibidos por la mayoría de los visitantes a la carpa Café Literario.
Pocas veces visitamos la ciudad de México para caminar sus calles; por lo regular estamos en la capital para dar concierto o recibir algún reconocimiento o galardón, como sucedió el viernes en Plaza de las Estrellas; ahora sólo estamos de pasadita
, explicó Javier Bátiz.
En entrevista, y en el contexto de la mesa de debate sobre el rock nacional, declaró: Los últimos que para mí tocan rock son los Tucanes de Tijuana, porque se escuchan más roqueros que los que lo son
.
Subrayó que el ritmo pesado y el mensaje contestatario del rock se perdieron. Ya no existe; no dudo de que haya muchas bandas buenas, pero rock en el sentido estricto de la palabra. ya no lo hay, porque la música de hoy es muy ligera y pretenden llamarla rock, cuando las raíces de este género son pesadas en ritmo y armonías
.
El músico destacó que las bandas de hoy son como “para estar viendo el atardecer en la playa con lentes oscuros y tomando una piña colada o en una plaza comercial viendo la gente pasar, porque atrás quedó todo lo urbano, todo lo citadino, lo underground y todo lo referente al verdadero rock”.
Explicó que su presencia se debe a la casualidad, por lo que sólo estuvo unos minutos en la carpa Café Literario. Mencionó que promueve la película Suave patria, en la que participa; además prepara un disco con la Sinfónica de Baja California y Las clásicas de Bátiz.