Estudios muestran que 24% de los recursos para ayuda llegan a quienes no los necesitan
La cantidad de pobres aumentó a 57.5 millones, principalmente por empleos precarios, acusan
Es tiempo de pensar en proyectos que protejan a individuos y sus hogares, indica el Coneval
Lunes 29 de octubre de 2012, p. 16
La política social de los gobiernos panistas se basó en programas asistencialistas, dispersos e insuficientes; además, una cuarta parte de los recursos que se destinan a estos instrumentos de protección beneficia a quienes no los necesitan. El saldo es un incremento de unas 15 millones de personas en pobreza patrimonial –durante los pasados seis años– y salarios precarios.
Durante los anteriores 12 años hubo continuidad del principal programa social del priísmo, Progresa, que a partir de la administración de Vicente Fox se denominó Oportunidades. En este periodo también se crearon otros mecanismos de protección, como el programa de Apoyo Alimentario o el de adultos mayores 70 y Más.
Aunque al final del gobierno foxista, en 2006, se registró el nivel más bajo de pobreza medida por ingresos, con un índice de 13.8 por ciento de los mexicanos en pobreza alimentaria (con sus ingresos no pueden adquirir la canasta alimentaria básica), cuatro años después este porcentaje se elevó a 18.8 por ciento.
En el caso de la pobreza patrimonial (las familias carecen de recursos para transporte, vestido y vivienda) en ese periodo se incrementó de 42.7 a 51.3 por ciento en el mismo periodo, es decir, hubo un incremento de 12.2 millones de personas en pobreza, para llegar a un total de 57.5 de mexicanos en esta condición.
Salarios insuficientes
El incremento de los niveles de pobreza se debe, entre otros factores, a que los sueldos han sido precarios. Entre 2000 y 2012 los salarios mínimos reales en México apenas recuperaron 4 por ciento de su poder de compra, pero ya llevaban una pérdida real de 47 por ciento desde 1982, advierte Genaro Aguilar, investigador del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Un factor más, agrega, es que los recursos que se destinan a programas sociales no se distribuyen sólo a quienes los necesitan. Alrededor de 24 por ciento de los recursos federales canalizados llegan a las clases sociales que no los requieren
. Es decir, el gasto social federal en México tiene un componente altamente regresivo, ya que parte importante del presupuesto llega a los más ricos, esto se debe a que la forma de selección de beneficiarios es excluyente y continúa teniendo un componente fuertemente clientelista
, señala el investigador en entrevista.
Sobre este tema, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) señala que los instrumentos de protección social establecidos actualmente no son los más eficaces y eficientes para cubrir los riesgos que disminuyen el ingreso de los hogares, es momento de pensar en nuevas políticas y programas que logren proteger integralmente a los individuos y sus hogares, garantizando el acceso efectivo, su sostenibilidad financiera y coordinación
.
A pesar de que ahora se cuenta con un sistema de protección social más amplio que el de hace algunos años, debido a la mayor cobertura de programas sociales, especialmente para la población más pobre, el sistema actual tiene problemas de concepción a escala global, que se reflejan aún en su cobertura limitada, disociación con los derechos sociales, fragmentación, descoordinación entre programas y desigualdades
, señala en el documento Avances y retos de la política de desarrollo social en México 2012, elaborado por el Coneval.
La crisis que nos vino de fuera
, la explicación oficial
El argumento que dio tanto el presidente Calderón como el secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix, sobre el incremento de la pobreza, fue que se debió a una crisis que nos vino de fuera
, en referencia a la debacle financiera y al aumento en el precio de los alimentos de los años recientes.
Para los especialistas, la explicación es otra. No existe una buena calidad del empleo, se ha precarizado la condición de los trabajadores y, a pesar del crecimiento económico, aumentan las malas condiciones de vida de las personas; lo que se observa es que hay gente que a pesar de tener empleo, la calidad de éste no le asegura el poder adquisitivo para comprar una canasta alimentaria, y esto se observa en el Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza del Coneval
, explica José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México.
Advierte que con el presidente Calderón la pobreza siempre fue al alza, básicamente por la cuestión del empleo, una crisis mal diagnosticada y que a pesar de la mejora económica, no se favoreció la calidad de los empleos, México es un país de pobres
. Advierte que si bien de acuerdo con el Coneval la pobreza creció en 12 millones de personas entre 2006 y 2010, al final del sexenio se espera que sean 15 millones.
Rehacer el tejido social
En los siguientes años, agrega José Luis de la Cruz, la administración pública deberá rehacer el tejido social, responsabilizarse de generar un gobierno eficaz y austero, que realmente esté comprometido con la ciudadanía, ya que de otra manera no existirán las condiciones para garantizar la estabilidad y viabilidad de la nación.
Lo que aplicaron los gobiernos panistas en materia social fue una política muy desarticulada, con muchos programas, unos muy pequeños, centrada fundamentalmente en las transferencias monetarias, pero no se observa una estrategia clara de política social. Muchos de estos programas surgen de ideas de funcionarios panistas que tuvieron experiencia en asistencia social, entonces tiene un corte muy asistencialista que genera beneficiarios y lleva a la construcción de derechos
, señala Clara Jusidman, directora de Incide Social.
Refiere que la política social del panismo buscó con las estrategias de Contigo –de Vicente Fox– y Vivir Mejor –de Calderón– dar la idea mediante publicidad de que se trataba de una concepción integral de política social, fue más la publicidad que la realidad, en términos de articulación y congruencia de esa política
. Además, la desigualdad sigue siendo el problema social fundamental y que se nos avienta a la cara con la violencia que estamos viviendo
.
Menciona que un tema fundamental de política social es la vivienda, la impresión que uno tiene es que han estado más preocupados de generar usuarios de crédito hipotecario que ocupados por dotar de viviendas dignas a la población. Los inmuebles están lejos de las ciudades, son pequeños; las unidades no tienen espacios ni servicios públicos
.