La tardanza en el diagnóstico, parte del problema, según el Incan
Sábado 3 de noviembre de 2012, p. 29
Un lunar de bordes irregulares, con diferentes tonalidades de color, que mide más de seis milímetros y ha modificado su forma y tamaño en el tiempo es sospechoso de ser la manifestación de un cáncer de piel. Esta enfermedad es de baja prevalencia en México, pero a diferencia de otros países con mayor número de casos, aquí muchos mueren sin diagnóstico ni tratamiento médico, aseguró Miguel Ángel Álvarez Avitia, oncólogo del Instituto Nacional de Cancerología (Incan).
Señaló que este tipo de neoplasia se presenta con más frecuencia en países con una gran población de piel blanca, como Australia, Nueva Zelanda, Noruega y Estados Unidos, que ocupan los primeros sitios a escala mundial. El promedio global es de tres casos nuevos por cada 100 mil habitantes, pero en las naciones mencionadas, el indicador va de 15 para el caso de los hombres en Estados Unidos, hasta 44 en Australia; o de 10 mujeres por 100 mil en Estados Unidos a 41 en Nueva Zelanda.
Advirtió que en México, a causa de la falta de información, los afectados pueden pasar con más de tres médicos antes de llegar a un servicio clínico especializado en el manejo del melanoma, mientras en Estados Unidos los pacientes ven a 1.4 médicos en promedio antes de obtener un diagnóstico certero de este tipo de neoplasia.
Esto es lo que explica que mientras en el vecino país del norte, al año se reportan alrededor de 70 mil nuevos casos y cerca de 9 mil fallecimientos (13 por ciento), en México, con mil 300 personas que cada año se diagnostican con este mal, casi la mitad muere.
Otro factor que influye en una elevada mortalidad es que en nuestro país, sólo 46 por ciento de los enfermos obtienen el diagnóstico de cáncer de piel en sus etapas iniciales, mientras en Estados Unidos 84 por ciento de los afectados llegan a los hospitales en esta etapa.
Respecto al color de la piel, Álvarez Avitia puntualizó que la blanca explica entre 50 y 60 por ciento de los casos en las naciones con mayor incidencia, pero existen otros tipos como el acral lentiginoso, que en México es causante de más de la mitad de los casos.
Este se caracteriza por presentarse inicialmente en las palmas de las manos o las plantas de los pies y debajo de las uñas. No está vinculado directamente con la exposición al sol, pero sí tiene las mismas consecuencias en el daño a la salud.
Como en el resto de los tipos de cáncer, para el melanoma tampoco existe un registro confiable, pero de acuerdo con un reporte oficial (2003) las mayores prevalencias se reportaban en Guadalajara, Monterrey, Distrito Federal, estado de México, Oaxaca y Chiapas.