Miércoles 7 de noviembre de 2012, p. 35
Nueva York, 6 de noviembre. En el gran día de la expresión democrática en este país, el sufragio es cada vez menos efectivo.
Se calcula que sólo la mitad de estadunidenses con derecho a votar participa hoy en lo que se considera el ejercicio culminante de esta democracia
, y poco más de la cuarta parte determinará quién es el próximo presidente. Todavía peor, los votantes de unos 10 estados son los que tienen en sus manos el resultado final de esta elección.
Desde las convenciones nacionales de los dos partidos a finales del verano, los aspirantes presidenciales han hecho campaña sólo en 10 entidades, y es ahí donde han invertido enormes recursos para promover el voto, mucho más que en estados grandes como California o Nueva York, donde sólo acuden a actos para recaudar fondos. Según el New York Times, casi dos tercios de los actos de campaña de ambos en esta recta final se realizaron en sólo tres estados: Florida, Ohio y Virginia, donde reside una octava parte de la población nacional.
Todo esto ocurre en función del sistema de voto indirecto para presidente, donde el objetivo no es ganar el sufragio popular, sino 270 votos electorales. El efecto, argumentan algunos, es que se inhibe la participación privando de voz, por medio del voto, a la mayoría de estadunidenses.
Si uno vive en los estados considerados claves
, como Ohio, hoy ha sido un día para celebrar el fin de la incesante propaganda de ambas campañas por televisión, radio, periódicos, Internet, Facebook, Twitter y correo electrónico. Aquí en Nueva York casi no había publicidad de los aspirantes presidenciales, ya que esta entidad no se considera terreno de batalla
al estar en la lista de los 40 estados que no están en disputa porque se supone que ya están ganados (en este caso por los demócratas, lo mismo que California).
Para algunos de la mitad que sí vota –mientras la otra se abstiene y sólo observa–, la contienda entre Barack Obama y Mitt Romney fue una disputa sobre la visión del futuro del país, la recuperación del sueño americano y el papel del gobierno para lograrlo. Para otros fue lo mismo que otras veces (2008 fue una excepción) entrar a una casilla y votar por el mal menor.
Sistema disfuncional
En algunos lugares no fue tan fácil votar. Además de largas esperas hasta de cuatro horas en casillas de algunos estados claves
como Florida, y problemas técnicos en zonas devastadas por el huracán Sandy, también había problemas más sospechosos. En Pensilvania un votante reportó que cada vez que oprimía en la pantalla electrónica el nombre de Obama en su boleta se marcaba el de Romney. Autoridades dijeron que recalibraron
la máquina y la pusieron de nuevo en servicio. Pero al parecer no fue un caso aislado y se han multiplicado los informes de este y otros problemas en diversos puntos del país, como Carolina del Norte y Colorado.
En Nueva York el nuevo sistema electrónico es tan complicado que incluso el alcalde Michael Bloomberg lo criticó. Dijo que la entrega tardía de máquinas en algunas casillas y el mal funcionamiento de los escaners, entre otras cuestiones, habían sido una pesadilla difícil de entender en este día
, como si fuera un país del tercer mundo, señaló.
En algunas zonas devastadas por el huracán Sandy las casillas fueron instaladas en tiendas de campaña o en edificios con problemas de luz, al grado de que por la mañana se utilizaron lámparas de mano durante el proceso. Más de 100 casillas en el estado de Nueva York tuvieron que ser reubicadas, incluidas unas 60 de la ciudad. Para votantes desplazados por el huracán hubo cambios en el proceso electoral. En Nueva York el gobernador Andrew Cuomo emitió una orden para permitir que votantes emitieran sus boletas en cualquier casilla en el estado. En Nueva Jersey el gobernador Chris Christie emitió otra orden que permitió el voto por Internet o fax, algo que expertos pronosticaron podría provocar demandas legales. Ambas medidas no tienen precedente.
Aun antes de que se abrieran las casillas este día, ya había disputas legales por el proceso en Florida y Ohio, muchas sobre cómo verificar y proceder con las boletas provisionales
otorgadas a quienes votaron por anticipado o no contaban con algún requisito. Miles de éstas podrían ser invalidadas en Ohio, mientras en Florida hubo denuncias por obstáculos en el proceso de votación anticipada. Los republicanos argumentan que han adoptado algunas medidas para reducir el potencial de fraude, mientras los demócratas acusan que son maniobras para suprimir el voto de sectores que generalmente les son afines.