En marcha, asamblea del Clacso
Miércoles 7 de noviembre de 2012, p. 19
Conocer los males del mundo nos ayuda a luchar para vencerlos, expresó Pablo González Casanova al iniciar la exposición de un extenso trabajo, con el que el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) abrió una serie de conferencias magistrales que enmarcan los trabajos de la 24 asamblea general del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), que se inauguró ayer en la ciudad de México.
Su intervención, que tuvo lugar tras recibir el Premio Latinoamericano y Caribeño de Ciencias Sociales, la dividió en tres partes: las ciencias hegemónicas de la globalización; la presente agudización de la crisis y la dialéctica de las necesidades inmediatas o de los actos de presión y negociación o de conformismo que se superan con las contradicciones ante las desregulaciones y las depredaciones del capitalismo corporativo, y finalmente las ciencias sociales y el pensamiento crítico alternativo y revolucionario, con manifestaciones particularmente ricas en América Latina.
Así, explicó ante la audiencia que lo recibió en medio de aplausos, las ciencias hegemónicas de la globalización no son sólo ideologías. Son también tecnologías y tecnociencias para la dominación y la acumulación, cuyo desarrollo corresponde al crecimiento de las ciencias de la comunicación y la organización, destinadas a alcanzar los objetivos del capitalismo corporativo y de subsistemas de organización para la maximización de ganancias y la minimización de pérdidas.
González Casanova aludió al papel de la infraestructura de la información, a la que se suma, explicó, el sentido de la información para, mediante políticas de pérdida del sentido de la realidad, de conformismo, de desentendimiento mental y material, restar eficiencia y eficacia a sus competidores.
En las guerras formales e informales las políticas de desinformación y desconocimiento se complementan con medidas de debilitamiento por eliminación y destrucción física y moral de competidores y opositores, o por cooptación, corrupción y colusión de los mismos
, subrayó.
Destacó recursos tecnocientíficos recientes, promovidos por dichas empresas, como los transgénicos, que si bien aumentan exponencialmente la producción agrícola, también el desplazamiento o la eliminación de los campesinos de territorios que pasan a ser propiedad o a ser usufructuados por las llamadas empresas extractivistas.
Otros recursos tecnocientíficos notables, agregó, son los que tienen antecedentes en la historia de los engaños en la guerra y los que operan en la economía monetaria. Se trata de la realidad virtual, que se afina notablemente con el ternomagnetismo, que contribuye de una manera admirable de hacer creer que se vive en un mundo en el que no se vive y permite llevar las luchas de distracción que anulan totalmente la capacidad de ver y entender las luchas reales.
Añadió que la ciencia más avanzada, de acuerdo con los gerentes de la globalización
, es la de la toma de decisiones para la maximización de utilidades y la disminución de riesgos, tanto en el campo económico como en el político-militar. Combinada con la vieja política de pan y palo, o con la sicología para la domesticación de animales humanos, o la dominación de los pueblos con bananas y garrotes, más que rigor científico indica cuán fuerte se siente el mundo de las corporaciones y de los complejos militares-empresariales para imponer su política de dominación y acumulación
con gobiernos enteros a su servicio.
Con la integración de estos complejos empresariales, militares, políticos y mediáticos, el capital corporativo perfeccionó políticas de cooptación y represión. Las nuevas políticas permitieron al capital corporativo quitar las principales facultades soberanas a los estados, hasta disponer de un nuevo tipo de estados privatizados, cuyos jefes de gobierno hacen de la competitividad, la eficacia y la gobernanza su principal tarea. Buscan y se enorgullecen de atraer capitales, con exenciones de impuestos, subsidios, desregulación de los trabajadores o de lavado de dinero, que maneja la compraventa de armas y narcóticos y contribuye a la creciente recolonización de países enteros con la creciente cooperación del crimen organizado
.
No obstante este panorama, finalizó, la fuerza de América Latina nos hace pensar que otra realidad es posible
.