Presentan la Encuesta latinoamericana sobre gobernabilidad y convivencia democrática
El documento revela que en el país hay baja tolerancia ante diferencias sexuales y económicas
Viernes 9 de noviembre de 2012, p. 12
Los políticos, los tribunales constitucionales, la policía, el presidente de la República y los órganos electorales son las cinco figuras institucionales en que menos confían los mexicanos, según reveló la Encuesta latinoamericana sobre gobernabilidad y convivencia democrática, elaborada por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
El documento –presentado en la sede de México de esa institución de educación superior– señala que los políticos se encuentran en el eslabón más bajo en la confianza ciudadana, pues sólo 16 por ciento de los mexicanos confía ellos.
En tanto, 11 por ciento considera que los partidos políticos no son entes de mediación.
En contraparte, los medios de comunicación, en particular la radio y la prensa escrita, así como las fuerzas armadas, dan mayor confianza a la ciudadanía.
En su primera fase, el diagnóstico se realizó por encuestas entre ciudadanos de 18 países de la región. Después se hizo una consulta entre 15 personalidades clave
(de cada nación) de la sociedad civil, el gobierno, los partidos y la academia.
En la presentación del documento, Rodrigo Salazar Elena, jefe de la unidad de métodos e información estadística en ciencias sociales de la Flacso México, destacó que las causas de la desconfianza están relacionadas con la corrupción, la historia y el mal desempeño públicos.
En México, a diferencia de la ciudadanía en general, las personalidades clave
perciben un sesgo en los medios de comunicación, particularmente en la televisión, pero comparten su desconfianza en los políticos.
Las fuerzas armadas gozan de buena imagen, pero ésta pudo deteriorarse debido a la estrategia contra el crimen organizado de Felipe Calderón.
Si bien la Comisión Nacional de los Derechos Humanos tiene buena imagen, los entrevistados ligados al gobierno afirman que protege criminales
.
Por otro lado, en México hay baja tolerancia ante diferencias políticas, sexuales y económicas.
De acuerdo con el análisis, el país es uno de los que más bajos niveles de tolerancia presenta entre las 18 naciones estudiadas, sólo por arriba de Brasil, Colombia, Honduras y Panamá.
En el caso de la seguridad, si bien hay una percepción respecto a la existencia de un elevado número de delincuentes y de tráfico de drogas, se piensa que la estrategia de Calderón para combatir al crimen organizado era necesaria, pero está errada.
De acuerdo con Salazar Elena, un caso paradójico es el del Ejército, pues a pesar de su presencia durante seis años en el combate al crimen organizado, aún tiene muy alta reputación entre la ciudadanía; además, reconocen sus labores de auxilio a la población en casos de desastre.
No obstante, los ciudadanos opinan que los efectivos castrenses no deben intervenir en tareas de represión.
El estudio indica que existe la percepción de que las protestas sociales no constituyen una amenaza a la estabilidad, y se cree que las mismas son impulsadas por líderes que buscan obtener beneficios políticos y sociales.