urante una cincuentena de años uno ha cumplido con el ritual de ver cada una de las 23 películas que componen la franquicia más exitosa en la historia del cine. James Bond capturó la esencia de nuestras fantasías infantiles/adolescentes y de ahí esa lealtad que, la verdad, pocas veces fue gratificada una vez concluida la etapa clásica, la interpretada por Sean Connery. Con un negocio al parecer infalible, la familia Broccoli no parecía dispuesta a modificar mucho la fórmula, fuera de marcadas instancias autoparódicas.
El casting de Daniel Craig como el agente 007 y el satisfactorio resultado de Casino Royale (Martin Campbell, 2006) constituyó el primer signo de un cambio significativo en la estrategia: apostar por la humanización de Bond en una historia mucho menos apta para el gadget vistoso o el chistorete cínico. La siguiente, Quantum (Marc Foster, 2008) fue una lamentable decepción al haber sido afectada por la huelga de guionistas en Hollywood. Sin embargo, una crisis financiera de por medio, el estreno de 007-Operación Skyfall representa la inversión más cualitativa de los productores.
La nueva entrega ostenta a un director, Sam Mendes, conocido más bien como un autor en su derecho, y no un mero maquilador de secuencias de acción. A la prestancia de Craig y Judi Dench, de nuevo en el papel de M, se añadieron otros prestigios como los de Javier Bardem, Ralph Fiennes y Albert Finney, nomás. Incluso la fotografía se encargó a la mano experta de Roger Deakins; y la música de Thomas Newman no hace extrañar las aportaciones de John Barry.
Vaya, un paquete de lujo que tuvo la suerte de contar con un guión debido a Neal Purvis, Robert Wade y John Logan, dispuesto a explorar la nueva faceta del héroe, al mismo tiempo que hace algunas evocaciones del pasado. La acción comienza, siguiendo la fórmula al pie de la letra, con una exagerada persecución. La gran diferencia es que Bond no sale triunfante sino muere, en apariencia. La secuencia de créditos abundará en las imágenes sobrepuestas de costumbre, sólo que con un tono fúnebre. Desde luego, 007 no ha muerto, sino que ha resucitado
para tomarse un tiempo libre, alejado de la civilización y consolado por mujeres y alcohol.
Al mismo tiempo, la labor de M es cuestionada por Mallory (Fiennes), un oficial del gobierno que le reprocha el haber comprometido la situación de una larga lista de agentes clandestinos de MI6. Bond reaparece disminuido en sus capacidades y pasa de panzazo la prueba de aptitud. Ahora el supervillano que amenaza al mundo con operaciones ciberterroristas es un ex agente resentido rebautizado Silva (Bardem se divierte ensayando un amaneramiento perverso), cuya principal misión es vengarse de M, a quien llama mamá
.
En pocas palabras, la cosa se pone personal. En un planteamiento cuasi edípico –muy del gusto de Mendes– Bond y Silva se vuelven rivales en su dependiente relación con M. La introspección del héroe (y aquí se nota una cierta influencia de Christopher Nolan) lo lleva a revelar su trágico pasado y situar el enfrentamiento final en el hogar paterno de Skyfall, situado en los páramos de Escocia (Connery, recordemos, es de origen escocés). Al mismo tiempo, Bond va recuperando las características de su mitología: se presentará como Bond, James Bond
, tomará su martini agitado no batido y desempolvará al equipado Aston Martin de Goldfinger, acompañado por el emblemático tema musical de Monty Norman.
Es decir, Skyfall cumple con la parte revisionista que se había iniciado en Casino Royale, revive los elementos ya atávicos de una mitología cincuentenaria y está cargada de un genuino peso emocional. Filmada por Mendes con un alto grado de esteticismo –esta es la primera aventura de Bond con imágenes tan sorprendentes como espectaculares– se trata, sin duda, de la mejor película de la longeva serie. Esperemos que los Broccoli mantengan esa tendencia.
007-Operación Skyfall
(Skyfall)
D: Sam Mendes/ G: Neal Purvis, Robert Wade y John Logan, basado en personajes creados por Ian Fleming/ F. en C: Roger Deakins/ M: Thomas Newman/ Ed: Stuart Baird/ Con: Daniel Craig, Judi Dench, Javier Bardem, Ralph Fiennes, Naomie Harris, Berenice Marlohe/ P: Metro-Goldwyn-Mayer, Dan Jaq, Albert R. Broccoli’s Eon Productions. EU-Reino Unido, 2012.
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