Con total hermetismo se llevó a cabo ayer en Los Pinos la séptima reunión entre el presidente electo, Enrique Peña Nieto, y Felipe Calderón. El encuentro duró poco menos de dos horas.

El priísta llegó a Los Pinos a las 11:35 de la mañana y se retiró a las 13:25 horas. A diferencia de las seis reuniones previas entre ambos políticos, en esta ocasión no hubo información oficial de los temas abordados ni de las personas que los acompañaron.

Esta nueva cita se dio apenas un día después de que el Senado rechazó las ternas propuestas por Calderón para sustituir a dos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, las cuales habían sido consensuadas con Peña Nieto previamente.

La decisión de los senadores del PAN de negar su apoyo al magistrado Manuel Baráibar Constantino –propuesto por Peña Nieto– hizo que, a su vez, los priístas negaran su aval a Alberto Pérez Dayán, impulsado por Calderón.

Los antecedentes de Baráibar de haber liberado a Raúl Salinas de Gortari, exonerar al obispo Onésimo Cépeda y juzgar como terroristas a miembros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional fueron cuestionados por los legisladores del PAN y el PRD. Desde las comparecencias de los candidatos se preveía que el acuerdo PRI-PAN se rompería por esta razón.

Luego de un intenso cabildeo realizado por los coordinadores de las bancadas del tricolor y el blanquiazul, ninguno de los aspirantes obtuvo la mayoría calificada de votos, equivalente a dos tercios del total de asistentes, por lo que ambas ternas fueron regresadas al Ejecutivo.

Desde el jueves se anticipaba que Peña Nieto acudiría ayer a Los Pinos. Antes, Calderón promulgó el decreto que reforma la Ley General de Contabilidad Gubernamental. Ahí, el senador Ernesto Cordero desestimó el problema y señaló que como establece la Constitución, el Presidente deberá enviar una nueva propuesta. Esta no es la primera vez que uno de los candidatos no logra la votación requerida por la ley.

Por la noche, la Presidencia emitió un comunicado con información sobre dos reuniones que sostuvo Calderón con los presidentes de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Alberto Espinosa Desigaud, y de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación, Sergio Enrique Cervantes Rodiles.

Señala que ambos empresarios expresaron al mandatario su reconocimiento por el trabajo realizado en el sexenio en el ámbito de la economía, en particular por su apoyo a las empresas, así como por los logros en empleo y bienestar de las familias. De igual forma se refirieron al impulso que el michoacano dio a las reformas legales que requiere el país, como la laboral.

En entrevista con un medio electrónico, Calderón comentó que al término de su mandato va a crear la Fundación de Desarrollo Humano Sustentable, desde donde se dedicará a hacer un trabajo de sistematización de las políticas públicas humanistas.