Guadalajara, Jal., 11 de noviembre. Tijuana dio una tarascada mortal a Chivas con premura y solvencia y en sólo dos minutos, los del inicio, para definir un duelo en el que los Xolos se jugaban la posición en la tabla y el boleto para la Copa Libertadores. Mientras, los rojiblancos afianzaban su pase a la liguilla, pero con el drama de por medio: un marcador abultado podía dejarlos fuera de la siguiente fase del torneo.

Las dos anotaciones fueron de vestidor, cuando los músculos todavía no entran en calor. A los 30 segundos de que el árbitro Francisco Chacón silbó el inicio del encuentro se dio un error de la zaga del Guadalajara. Héctor Reynoso no despejó bien una pelota aérea y la pescó Alfredo Moreno, quien no desaprovechó y perforó la red para el primer tanto de la visita.

La sorpresa estaba en todos los hombres de la cancha, en las gradas y, cuando todos trataban de asimilar el primer gol, cayó otro al minuto dos.

El portero Luis Ernesto Michel cometió un yerro al rechazar de cabeza y otra vez quedó a merced del Chango Moreno, pero éste decidió habilitar a Duvier Riascos, quien respondió con precisión y frialdad para el segundo de la tarde.

A partir de ese momento Chivas era un manojo de nervios, sobre todo en las líneas de atrás, por lo que la salida se le empezó a complicar.

La solución más burda que encontró fue salir a balonazos, con patadones desdibujados que hacían evidente su desesperación por alejar la pelota lo más posible, a fin de evitar otra equivocación que pudiera costarle el tercero, y empezó a sudar frío ante el riesgo de perder el boleto a la liguilla.

Ese nerviosismo fue aprovechado por los Xolos, que de inmediato se apropiaron del balón y organizaron el ritmo de las jugadas. Durante casi media hora el cuadro rojiblanco parecía un equipo temeroso, como un adolescente inseguro que no se atreve a dar el paso definitivo, mientras Tijuana se veía cada vez más canchero y peligroso.

La tensión empezó a decaer y el Guadalajara empezó a ganar balones, pero le faltaba la malicia para hacer sentir riesgo sobre el césped. Los Xolos se replegaron, pero con la intención de volcarse en feroces contragolpes.

Cada oportunidad en los pies del cuadro fronterizo hacía sudar frío al técnico holandés John van’t Schip.

La desesperación ante el incontenible visitante empezó a mostrar síntomas de impotencia en los jugadores del rebaño. Marco Fabián peleó un balón contra Leandro Augusto, pero al ser rebasado no encontró mejor recurso que plantarle una patada en la barrida que ambos se dieron.

Lo hizo casi frente al banquillo de los Xolos, por lo que el técnico Antonio Mohamed corrió hasta la línea de cal y a manotazos reclamó a Chacón que expulsara al jugador del equipo tapatío.

El árbitro no sancionó a Fabián y en cambio le marcó la falta a Leandro, lo que provocó un arrebato de ira del Turco Mohamed. En esas condiciones el partido se fue al descanso.

Cuando volvieron de los vestidores, el modelo holandés debió tener algún truco eficaz porque Chivas entró al terreno de juego con otro ánimo. Los jugadores se veían más seguros, mejor conectados y, lo más importante, con el pulso firme.

En contraste, Tijuana empezó a bajar la intensidad, a grados que rayaron en el ridículo. El mayor de todos con el autor del segundo tanto, Riascos, quien desperdició de forma imperdonable ante el arco abierto, en una de esas oportunidades en las que se requiere de talento especial para fallar.

El colombiano recibió una pelota impecable en en el área y amagó con elegancia; Michel mordió el anzuelo y quedó postrado en el pasto para dejar vulnerable su arco, pero cuando había hecho lo más difícil y sólo restaba empujar el gol, Riascos la envió fuera.

El jugador abrió los ojos hasta hacerlos enormes, agitó la cabeza y sonrió incrédulo, como si él mismo no entendiera cómo pudo cometer semejante desaguisado.

Al final, el juego fue para los Xolos, que en dos minutos sentenciaron el partido y se alzaron con la segunda posición de la tabla, con lo que se apropiaron de un boleto para la Libertadores y de paso dejaron fuera de esa posibilidad al América, mientras Chivas clasificó como octavo y dio argumentos al técnico Van’ Schip.

Lo más importante es que tenemos la justa continental y el grupo quiere hacer y está haciendo historia, dijo Mohamed en la conferencia después del partido, y agregó: Estoy agradecido con los jugadores porque ellos me jerarquizan como entrenador, dijo sobre el resultado.