Lo peor que podría pasar es que no haya para elaborar tortilla
La empresa no empleará grano genéticamente modificado, asegura
Miércoles 14 de noviembre de 2012, p. 33
Querétaro, Qro., 13 de noviembre. Los elevados precios del maíz, grano con que se elabora el alimento básico de los mexicanos, llegaron para quedarse
, advierte Roberto González Alcalá, director general para México y Latinoamérica de Gruma. Ante esa certeza, afirma, es necesario que se establezcan acciones y programas para garantizar el abasto del grano en México.
Lo peor que puede pasar es que no haya maíz. El precio más caro que se quiera es nada, comparado con que no se tenga el alimento. Y la tortilla es el alimento básico del mexicano
, mencionó en entrevista con La Jornada.
Gruma, anticipó el empresario, mantendrá sin alteración su política de no emplear en la elaboración de sus productos maíz genéticamente modificado. Describió durante la entrevista acciones que la empresa ha realizado para reducir hasta en 80 por ciento las emisiones de contaminantes y de consumo de energía y para reforzar sus vínculos con las comunidades de productores de maíz y consumidores de tortilla, así como para mejorar los procesos de las tortillerías que trabajan con harina de maíz.
González Alcalá considera que mientras no haya más capacidad de producción de maíz en el mundo, o se reduzca la demanda, se seguirán observando precios altos de este grano. Tenemos que buscar en el mundo la garantía de la oferta de maíz, que se garantice la capacidad de producción. Para nosotros en México eso es esencial. Debemos fomentar a como dé lugar que se siga generando mayor capacidad de producción y de productividad por hectárea en todo el país, no sólo en Sinaloa o El Bajío, sino también en otros sitios como Chiapas, Campeche, Tamaulipas y Chihuahua
, considera.
Un programa que es importante que se preserve –porque este año fue interrumpido– es el que tiene que ver con la modalidad de compra por contrato a los productores de maíz. Esos mecanismos han sido exitosos para incentivar y promover la compra de maíz en México y no la importación del grano. Estoy seguro de que el nuevo gobierno va a revitalizar este programa
, considera Roberto González Alcalá, hijo del fundador de Gruma, Roberto González Barrera, fallecido en agosto pasado.
El precio del maíz se mantuvo por casi dos décadas entre 1.5 y dos dólares por bushel (24.5 kilogramos por bushel). La cotización subió a causa de caídas en la producción mundial por fenómenos climatológicos y un aumento del consumo humano y el empleado para la producción de alimento para ganado. Según expertos, el precio se mantendrá en los siguientes años entre seis y siete dólares por bushel.
Los precios elevados son para quedarse
, reitera González Alcalá. Pero lo peor que puede pasar es que no haya maíz. El precio más caro que se pueda pagar es nada comparado con el costo de no tener el alimento. Y por más cara que esté la tortilla, siempre será más barata que otros alimentos
.
Responsabilidad social
González Alcalá estuvo en el foro México, cumbre de negocios, para participar en una mesa sobre responsabilidad social de las empresas. A esa mesa no tuvo acceso la prensa, por decisión de los organizadores.
En la entrevista con este diario, el directivo explica que para una compañía trabajar con visión de responsabilidad social definitivamente es altamente redituable. Es redituable porque los beneficios que se impactan en la comunidad, en los colaboradores, en los clientes y consumidores son tan fuertes que redundan en todos sentidos
, abunda.
Una empresa encuentra redituable emprender acciones de responsabilidad social siempre y cuando forme parte de la gestión administrativa, como parte de su esencia, y no simplemente como un tema de filantropía o de eventos sociales
, añade.
Gruma tiene un proceso de gestión donde toda la planificación estratégica de la compañía está en función de términos de responsabilidad social. La responsabilidad social en Gruma se identifica como buen gobierno, como calidad de vida de los colaboradores, como sustentabilidad en todos los productos e impacto en la comunidad
.
González Alcalá describió que Gruma impulsó en Nuevo León una alianza ciudadana por la educación, en la que participa el gobierno y en la que programas de alta competitividad de las empresas fueron puestas a disposición de las escuelas públicas. Hoy hay 40 escuelas con 40 empresarios trabajando en ellas. Se pueden hacer muchos otros tipos de programas en conjunto con el gobierno para promover temas de seguridad social o de seguridad industrial y capacitación para jóvenes
.
Explica que Gruma incorpora como parte de sus acciones de responsabilidad social el tema de protección del medio ambiente. Tradicionalmente la tortilla se elabora a partir de la cocción del maíz –agua que se desechaba por la cañería– y el molido para convertirlo en masa. En cambio, en los procesos de Gruma el maíz se deshidrata y en lugar de ser transformado en masa se hace harina.
Hemos innovado y creamos un nuevo sistema tecnológico donde reducimos en 80 por ciento el consumo de agua y en 80 por ciento el de energía. Esta es para nosotros una visión del tema de sustentabilidad. Al cabo de algunos años, prácticamente todo el proceso para 1.8 millones de toneladas de harina que producimos, lo vamos a hacer con 90 por ciento menos de agua y energía. Es un impacto enorme de esta tecnología desarrollada por Gruma
, agrega.
Somos un eslabón de la cadena. Hacemos la harina y hay otro eslabón que son los tortilleros. Estamos ayudándolos a través de la modernización de las máquinas para hacer tortillas. También desarrollamos máquinas que han venido reduciendo el consumo calórico, energético y de contaminación. Es muy importante porque el impacto se multiplica. Estamos hablando de 35 mil clientes y por lo menos a 50 por ciento ya lo hemos llevado a modernización de maquinaria, con lo cual también promovemos la sustentabilidad
.