Se realiza monitoreo para reaccionar en forma oportuna
Miércoles 14 de noviembre de 2012, p. 3
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reconoció que el escenario sobre el crecimiento de la economía mexicana se ha deteriorado
a consecuencia de la desaceleración que acarrearía el llamado abismo fiscal
de Estados Unidos: menor crecimiento en las economías emergentes, incertidumbre provocada por la crisis europea y riesgo de una salida abrupta de capitales extranjeros invertidos en el mercado financiero nacional.
El subsecretario de Hacienda, Gerardo Rodríguez Regordosa, dijo que ante la problemática situación económica que se vive en el mundo, la dependencia puso en marcha un minucioso monitoreo para reaccionar oportunamente en caso de cualquier contingencia.
El balance de riesgos ha empeorado; el escenario central de crecimiento de 3.5 a 4 por ciento se ha deteriorado, porque ha habido una disminución generalizada en la actividad de las economías emergentes. No sólo China se está desacelerando, también India y Brasil están dando signos de desaceleración importante, y eso, sin duda, debe ser fuente de preocupación para una economía como la nuestra
, sostuvo el funcionario, entrevistado luego de participar en el Encuentro Mundial de Banca de la International Chamber of Commerce México.
–¿Qué capacidad de resistencia tiene la economía mexicana para 2012? –se preguntó a Rodríguez Regordosa.
–Está por verse. Este año las perspectivas de crecimiento están entre 3.5 y 4 por ciento; el año que entra, alrededor de 3.5 por ciento. Falta ver cómo se puede concluir la discusión sobre el ajuste fiscal en Estados Unidos y eso va a ser un determinante importante. Esperamos que en las siguientes semanas pueda haber más noticias al respecto para ver dónde se pueden estabilizar las perspectivas de crecimiento para el próximo año.
Reversión en flujos de capital
A pregunta expresa acerca de si ante la incertidumbre se corre el riesgo de una salida masiva y abrupta de los capitales que han llegado al país en los cuatro años recientes, el funcionario de Hacienda respondió:
“Sin duda, el entorno internacional está caracterizado por una serie de riesgos importantes y nosotros hemos tratado de identificar las fuentes de riesgo. El tema fiscal en Estados Unidos, la discusión pendiente de la implementación de los acuerdos en Europa y la disminución de crecimiento en las economías emergentes se consideran riesgos. Y uno de los posibles efectos que hay que estar monitoreando es la dinámica de los flujos de capital.
Los flujos de capital han estado yendo a mercados emergentes durante los tres o cuatro años después de los peores momentos de la crisis y México ha sido uno de los países importantes receptores de estos flujos. En la medida en que hubiera una reversión abrupta de estos flujos, es uno de los riesgos que tenemos que seguir monitoreando. El Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero ha apuntado en sus informes anuales este riesgo como uno de los tres principales que hay que monitorear. No ha sido el caso, hasta ahora, que se materialice, pero sin duda hay que seguir monitoreando.
De acuerdo con cifras oficiales, el saldo total de la inversión extranjera en cartera o portafolio –particularmente inversiones en bolsa y en bonos de deuda empresariales y del gobierno federal– se elevó hasta septiembre pasado a unos 436 mil 161 millones de dólares. Las inversiones extranjeras de este tipo, por su propia naturaleza, tienen amplia movilidad y se trasladan con rapidez de un mercado a otro.
–¿Qué capacidad tendría la economía mexicana para soportar una salida abrupta de este tipo de capitales?
–Hemos tenido en 2012, por tercer año consecutivo, un ritmo récord de inversión extranjera. Cuando uno suma la inversión extranjera directa más la inversión de portafolio, 2010 estuvo ligeramente arriba de 40 mil millones, 2011 arriba de 45 mil millones y en 2012 íbamos en un ritmo de arriba de 30 mil en los primeros seis meses. No hemos visto que se materialice una reversión importante, pero México tiene mercados financieros sumamente flexibles y eso permite que los ajustes en precio suavicen el movimiento de capitales.
Tanto el tipo de cambio como las tasas de interés en nuestro país se mueven de manera eficiente, con buena liquidez y buena profundidad, y lo que tenemos que estar revisando de manera continua, del lado del gobierno, es que existan y continúen existiendo esas condiciones en los mercados financieros para que puedan funcionar con liquidez y los precios puedan reflejar esa nueva realidad económica. En la medida en que eso suceda, ayuda a suavizar los efectos, tanto de entrada como de salida de recursos, pero hay que estar muy al pendiente.