Aunque advierte que no litigará en los medios de comunicación porque no es el canal indicado, el presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo (FMAA), Antonio Lozano, sólo anticipa que las imputaciones que le hicieron cuatro titulares de asociaciones irregulares son falsas y que engañaron a la ex velocista y ahora senadora Ana Gabriela Guevara.

El dirigente no ha recibido ninguna notificación del juez ante quien presentaron la acusación el pasado miércoles, pero comentó que conoce algunos de los dichos de los quejosos, por lo que puede asegurar que tengo todos los documentos probatorios para cada uno de los asuntos tratados en general, pero lo que más me llama la atención es que una legisladora les haya brindado un foro para que los escucharan.

–¿Chamaquearon a Ana Guevara? –se le preguntó.

–No sé si ése sea el adjetivo (sic) adecuado, pero lo que sí es evidente es que la engañaron, porque antes de abrirles las puertas debió pedir a su gente que hiciera una mínima investigación para, por lo menos, se enterara de lo que en verdad ha ocurrido.

Lozano aseguró que efectivamente hay facturas a nombre de la Federación Mexicana de Atletismo (FMA), porque debieron comprobarse gastos del tiempo que todavía estaba en funciones. Además, dijo, no sólo es falso, sino irrisorio que una tlapalería nos haya surtido complementos alimenticios; es una comercializadora.

Se dijo sorprendido porque personas que están sancionadas por la FMAA –a los que llama vividores del deporte– se unan ahora para presentar una denuncia en su contra, ya que tienen un pasado muy conocido en el medio deportivo, pues a uno lo despidió del organismo porque no hacía adecuadamente su trabajo de contabilidad, y otros dos no han cumplido con los requisitos para protocolizar oficialmente sus instituciones, además de que otro estuvo detenido 48 horas por no aclarar el uso de algunos recursos en un estado de la República.

Aunque el federativo insistió es descalificar a los acusadores, porque no son personas moralmente aceptables, opinó que la ahora senadora no debió haberse prestado a este tipo de situaciones.

Admitió que no le corresponde comentar –porque no era dirigente en esa época–, pero cuando Ana era deportista los federativos estuvieron en serios problemas para comprobar los gastos de los recursos que se destinaban a su preparación.

El argumento del dirigente para su defensa es que el año anterior la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte le entregó 27 millones de pesos, los cuales ya terminó de comprobar desde hace meses y ahora, casi al final de 2012, no he tenido ninguna observación de la autoridad competente.