Rihanna, una de las dos esencias fashion de la cultura negra en la actualidad, empezó su gira de promoción 777 el pasado miércoles en El Plaza Condesa de la ciudad de México, primera de siete ciudades que visitará para dar un adelanto de lo que su nuevo disco Unapologetic. Rihanna, quien estuvo acompañada por cuatro músicos y dos coristas, salió al escenario con una bata negra con vivos rojos, short y top negro, y comenzó el embrujo visual/sonoro con Cockiness, Birthday Cake y Talk that Talk.

Rápidamente, la cantante, actriz y modelo se adueñó del escenario, paseándose sensualmente y tocándose repetidamente la entrepierna, dijo: “Este es el primer show de la gira 777; comenzar aquí en México es genial. Hace mucho que no venía, y tenía muchas ganas de verlos”, palabras que pusieron loquitos a los mil 700 asistentes, entre fanáticos, invitados y representantes de medios de comunicación nacionales y estadunidenses.

En las siete presentaciones la acompañarán tres camiones con reporteros de Estados Unidos.

La cita para ver a Rihanna fue pactada por su casa discográfica a las 19 horas, pero ella salió al escenario a las 22:30; en un gesto de profesionalismo y humildad, la cantante se disculpó por el retraso: Es la primera vez que nos presentamos de esta manera; gracias por su paciencia, son maravillosos. Ante el gesto, vítores, palmas y chiflidos inundaron el inmueble.

Cada movimiento de Rihanna sobre el escenario, mezcla de baile callejero con mainstream, logró cautivar al respetable, que en reciprocidad bailó en todos los rincones de El Plaza Only girl, Disturbia y S&M; bueno, algunos sacrificaron el baile para dedicarse por entero a la contemplación de Rihanna.

Se escuchó el tema Fresh off the Runway, que la gente disfrutó igual a pesar de ser un corte nuevo. Después, Rihanna brindó con tequila y pasó al set acústico, con los temas Unfaithful, Take a Bow y Hate that I love you, acompañada con una guitarra electroacústica y, claro, su preciosa voz, que conmovió al público.

También interpretó canciones como Where have you been, What’s my Name y All of the Lights, con lo que llegó el punto más alto de la velada. Además complació a los asistentes con sus éxitos Diamonds, Umbrella y We Found Love.

Al final, Rihanna dijo: Gracias, México; los amo, número uno cumplido, vamos por las otras seis ciudades. Ayer, la cantante continuó su periplo por Toronto, Canadá; después irá a Estocolmo, París, Berlín y Londres, para cerrar en Nueva York el 20 de noviembre, fecha del lanzamiento del disco.

Así, Rihanna dejó en las retinas de sus fanáticos el recuerdo de su figura cantando y paseando por el escenario, remembranza que seguramente permanecerá en la memoria durante largo tiempo en espera de su regreso y con cierto sentimiento de indefensión, porque al ver a Rihanna, como dice el poeta: No hay retorno, y lo que es peor, ni deseo de retornar.