El país necesita este tipo de producciones, afirmó Morris Gilbert
Viernes 16 de noviembre de 2012, p. a12
Con una inversión de 30 millones de pesos, la noche del pasado miércoles se estrenó el musical Mary Poppins, producido por la división Ocesa Teatro, en colaboración con Disney y Cameron Mackintosh, espectáculo que el público aplaudió de pie por la actuación de Bianca Marroquín y Mauricio Islas, en los papeles protagónicos.
El teatro Telmex estuvo lleno a más no poder, con una alfombra roja en la que desfilaron figuras de la farándula mexicana.
Cerca de las nueve de la noche se apagaron las luces y en medio de la gritería de los emocionados asistentes la orquesta comenzó su trabajo y la magia del teatro comenzó de inmediato, con la teatralidad manifiesta desde un principio.
Desde que el productor Morris Gilbert informó del proyecto, se dijo que la puesta estaría a la altura de lo que se ha presentado en Broadway. Y lo cumplió. Una muestra fehaciente son los vuelos de los personajes, donde el recurso del arnés no se siente y se ven cuerpos flotando sin esfuerzo.
La escenografía sorprendió a todos. Los telones y los cuadros desmontables y plegables dan ductilidad a la obra. En varias ocasiones con una sencilla reducción de la intensidad de la luz se cambiaba de escena. En total, más de 200 personas colaboran en la producción.
Para la numeralia: se usan más de 80 pelucas y 245 pares de zapatos. Se utilizan 300 reflectores y 90 luces robóticas.
Muchos de los asistentes ya han visto otras versiones de Mary Poppins, historia que narra la importancia de una nana en una familia que sin ella podría caer en la disfuncionalidad, en el fracaso por falta de comunicación. La música, columna vertebral de la obra, posibilita la conexión inmediata.
Supercalifragilisticoespiralidoso fue coreada por miles esta noche. En este caso, volver a ver Mary Poppins es repetir sensaciones, otros tiempos.
Morris Gilbert dijo en entrevista, al final de la obra, que en esta ocasión han dejado todo su esfuerzo, “además del dinero. México se merece este tipo de teatro, estas producciones. Tendemos a menospreciarnos.
Es cierto que todo está muy caro, pero también hay que quedar ciertos de que es importante el espíritu, que si lo dejamos morir, dejaremos de ser personas. Para que esto siga, sólo necesitamos que el público venga a verla.
Tampoco es consuelo que aquí haya carencias y que en Europa ahora estén peor. Dijo: “Cada país tiene su historia y sus problemas. Las cosas no pasan porque sí; todo tiene sus razones. México es maravilloso, por eso Mary Poppins triunfa acá. Yo sólo sé de teatro, y si ahora montamos este musical es por su mensaje positivo, de creer en uno mismo. Esto último es necesario para devolver la esperanza a un país que ha sufrido tanto, años con violencia, asesinatos y todas esas cosas.”