De último minuto Monterrey logró empatar en la casa de los Xolos
Fue una de las peores actuaciones de los Rayados en liguillas; Suazo, anulado
Lunes 19 de noviembre de 2012, p. 3
Tijuana BC, 18 de noviembre. Tijuana completó el pelotón de semifinalistas al empatar 1-1 (global 2-1) con el Monterrey. Ahora los Xolos se enfrentarán al León en busca de un boleto a la gran final por el título del torneo Apertura 2012.
Los Rayados, que entraron a esta fase de manera incómoda, forzada y con la mente puesta en el Mundial de Clubes –que se disputará en Japón del 6 al 16 de diciembre–, no pudieron superar la serie ni con el aporte al ataque de Humberto Suazo, ausente en el juego de ida.
El primer tiempo resultó ríspido, deslucido, con un Monterrey chato al ataque y un Tijuana irascible y nervioso, como si los jugadores tuvieran el marcador en contra. La lucha por el esférico se tornó sorda y el silbante Roberto García Orozco debió sacar el cartón amarillo en varias ocasiones para apaciguar los ánimos.
El cuadro fronterizo quería dar amplitud a su dominio en el marcador y de inicio buscó la meta defendida por Jonathan Orozco con una media vuelta de Alfredo Moreno, cuyo envío se fue por encima del travesaño.
Los dirigidos por Antonio Mohamed ganaron un tiro de esquina y Pablo Aguilar remató bien con la cabeza, pero Orozco estaba bien colocado y ahuecó el vientre para recibir el balón. Apenas el minuto 15 se hizo sentir el Chupete Suazo con un tiro que se fue a un costado.
Duvier Riascos fue amonestado al minuto 25 por hacer airados reclamos, mientras Leandro Augusto recibió el mismo castigo por jugada antideportiva.
También Alfredo Moreno vio el cartón preventivo por cometer falta sobre Ángel Reyna, quien fue el único rayado sancionado por la visita en ese periodo.
En la recta final Riascos escapó al frente, encaró al portero Orozco, quien arriesgó el físico y aguantó la embestida; incomodó al colombiano que no pudo frenarse y llegó casi hasta línea de fondo. Luego, ante la llegada de los defensas regios, ya no supo qué hacer.
El complemento arrancó en la misma tónica, con los anfitriones revolucionados, volcados al frente. Orozco comenzó a sortear el temporal con toda suerte de atajadas. Salió airoso ante una veloz descolgada de Riascos, luego voló por los aires para desviar con una mano otro trallazo, pero sucumbió por fin en un tiro de esquina.
Leandro Augusto lo cobró por el vértice izquierdo y el paraguayo Pablo Aguilar saltó preciso para conectar el balón con potencia y decretó el 1-0.
El técnico del Monterrey, Víctor Manuel Vucetich, había ingresado en la reanudación al juvenil Manuel Corona y más tarde metió a Guillermo Madrigal, quizá pensando más en evitar lesiones a Darvin Chávez y a Neri Cardozo.
La marea rojinegra declinó en intensidad. No obstante, el equipo de casa siguió generando las principales aproximaciones al gol. En la recta final los Rayados, en una de sus peores exhibiciones en liguillas, lograron dar pausa a la circulación del balón, aunque sin ambición, tan sólo protegiendo su retaguardia para no recibir más anotaciones.
Cuando la celebración inundaba las tribunas, llegó el tanto del honor para los regios, cuando Aldo de Nigris dio pase a José María Basanta, quien recibió el balón en el área y de manera descompuesta logró rematar para el 1-1, al minuto 92.