En los años recientes han sido cada vez más comunes las conductas fraudulentas, como la manipulación de imágenes en los estudios experimentales del área de biotecnología, y a escala internacional hay varios casos, sostuvo Antonio Serratos, doctor en biotecnología de plantas.

Fundamentó su argumento en que, de acuerdo con la revista Science, la manipulación de datos e imágenes está entre las conductas reprobables de la actividad científica y consideró que es algo que ocurre con más frecuencia en la biotecnología, área que tiene mayor relación con la industria.

En relación con el caso de Alejandra Bravo y Mario Soberón del Instituto de Biotecnología de la UNAM, consideró que si las autoridades determinaron aplicar castigos es porque algo grave ocurrió. El hecho debió ser más grave que un contraste o un retoque, agregó.

Mayor competencia

En entrevista, dijo que en la biotecnología hay mayor competencia y se da una tendencia a la alteración de datos, con el fin de obtener más prestigio y dinero, con el que los científicos amplían sus laboratorios.

Por su parte, la bióloga Alma Piñeyro, quien ha publicado en diferentes revistas científicas, explicó que generalmente en las imágenes que se toman de los resultados de estudios experimentales se puede aumentar o disminuir el contraste, esto es común, pero siempre se debe notificar antes a la revista en la que se publicará el artículo.

Apuntó que hay revistas que no permiten que se manipule sólo una parte de la imagen, porque se puede percibir de manera errónea el resultado; tampoco aceptan que se eliminen ciertos datos de la placa. Explicó que en general piden la imagen original, sin retoque, para que los revisores del artículo cotejen las manipulaciones que se hicieron.

Agregó que también hay diferencias de criterios entre las revistas, porque algunas consideran válido y otras no el uso de imágenes compuestas en las que se presentan resultados obtenidos en diversos momentos, pero de esto también se tiene que informar previamente a la publicación.