Jerez, 24 de noviembre. Durante 20 días los habitantes de la sureña ciudad de Jerez vivieron entre la acumulación de basura, olores fétidos, paso de ratas y quemas de decenas de contenedores en las calles, debido a la huelga de trabajadores de recolección, que protestaron por el recorte de 125 plazas.

Un fuerte olor a inmundicia se mezcló durante los días recientes con el de los naranjos en las calles de Jerez, donde montones de basura se acumularon. Es la primera vez que veo esta situación, me da asco pasar por aquí, se lamenta Josefa Inestal, de 55 años, cerca de un montón de bultos rotos que contienen desperdicios, en el barrio del Mopu, donde algunos residentes furiosos quemaron unos 150 contenedores, de los que desbordan los desechos, según reportaron las autoridades. He visto unas ratas enormes, añadió esta mujer, que vive en el barrio desde hace 15 años.

Lo mismo ocurrió en el centro; únicamente algunas calles que dan al edificio histórico que alberga el ayuntamiento se mantuvieron limpias durante los días de protesta.

Desde el 2 de noviembre, los empleados de la agencia encargada de recolectar basura, Urbaser, iniciaron la huelga contra el plan de ajuste que apuntaba a la cancelación de 125 puestos de trabajo.

La huelga terminó el pasado jueves, con un acuerdo para evitar los despidos, a cambio de la reducción de salarios. En octubre, personal de limpieza de las escuelas también realizó un paro ante la falta de pago salarial por varios meses.

Lastrado por una deuda récord de mil millones de euros, es decir, la mayor obligación por habitante en España, el ayuntamiento de Jerez, dirigido desde mayo de 2010 por los conservadores del Partido Popular, tras dos décadas de mandatos de izquierdas, ha realizado numerosos recortes.

Esto se ha dimensionando. Se creó durante 25 años una burbuja que explotó, explica Antonio Saldaña, de las autoridades de esta ciudad, una de las cunas del flamenco.

Jerez, de 210 mil habitantes, famosa por sus vinos, su vinagre y sus elegantes bodegas, cuenta con 34 mil desempleados. Está en una región, Andalucía, con una tasa de desempleo récord en España de más de 35 por ciento, cuando la general llega a 28.5 por ciento, la más alta de todos los países industrializados. El sector vinícola de Jerez empleaba directamente a 22 mil personas, ahora hay sólo mil asalariados.

Alimentado por los ingresos procedentes del sector inmobiliario, particularmente generosos en esta localidad de gran extensión, el gasto en empleo público se disparó en los años de bonanza económica.

En el ayuntamiento, más de 40 personas cobraban más de 100 mil euros anuales, afirma Saldaña. El nuevo gobierno municipal redujo la masa salarial de 2 mil 634 millones de euros en 2010 a 774 mil euros en 2012. Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, añadió, y denunció inversiones faraónicas.

Jerez invirtió en grandes proyectos, como un circuito de carreras, actualmente en suspensión de pagos, donde se efectuaron campeonatos de motociclismo y de Fórmula 1.

La alcaldesa afirma que quiere sanear las cuentas públicas y por eso ha hecho recortes presupuestarios, que incluyen la cancelación de 260 de los 2 mil empleos municipales y la reducción de 20 por ciento del presupuesto para las empresas contratistas.

Bomberos, limpiadoras de escuelas y varios sectores más han sacudido la ciudad desde hace meses debido a las huelgas.