Más de 10 horas de receso; en riesgo, el regreso a clases de más de 15 mil estudiantes
Seguidores de la rectoría rompen el quórum tras no prosperar petición de Carlos Arriaga fuera del orden del día
Ya no hay posibilidad de otra mesa de diálogo, dice Juan José García Ochoa
Viernes 30 de noviembre de 2012, p. 40
Los consejeros afines a la rectora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), María Esther Orozco Orozco, tras la instalación del tercer Consejo Universitario, maniobraron para impedir la entrega y reapertura de los planteles y el regreso a clases de cerca de 15 mil estudiantes, a más tardar la próxima semana, según el pacto firmado con su contraparte la semana pasada ante representantes del gobierno (GDF), la Asamblea Legislativa (ALDF) y la Comisión de Derechos Humanos (CDHDF) locales.
A las 12:35 horas, el profesor Juan Manuel Contreras Colín (del Foro Académico), moderador de la sesión, declaró formalmente instalado el tercer Consejo Universitario con la presencia de 49 consejeros, de los cuales 31, incluidos la rectora y Carlos Arriaga, firmaron la lista de asistencia, con lo que quedó legalmente instalado dicho órgano, teniendo como testigos al diputado Eduardo Santillan, por la ALDF; Juan José García Ochoa, por el GDF, y el presidente de la CDHDF, Luis González Placencia.
Tras cumplirse el primer punto del orden del día, el consejero orozquista Carlos Arriaga interrumpió la sesión al pretender que se leyera –fuera de dicho orden– la solicitud para que 10 consejeros críticos –que forman parte de los 50 reconocidos y avalados por las partes para que estuvieran presentes– abandonaran la asamblea, pero al no prosperar la petición, esa corriente abandonó la sesión y rompió el quórum.
Ya se había retirado el presidente de la Comisión de Gobierno de la ALDF, Manuel Granados, aunque permanecían el ombudsman, Luis González Placencia, y el subsecretario de Gobierno del Distrito Federal, Juan José García Ochoa, en el Museo de la Ciudad de México, donde se llevó a cabo la sesión, cuando, en medio de la confusión por los reclamos a la irrupción de Arriaga, el moderador declaró un receso, el cual duró seis horas.
Después de otros dos recesos, que acumularon en total más de 10 horas, los orozquistas y la rectora se levantaron de la mesa y abandonaron el recinto alrededor de las 22 horas.
Al salir, los paristas increparon a la rectora y sus consejeros, a los que les gritaban ¡traidores!
, ¡ya quiero estudiar!
y ¡va a caer, va a caer, Orozco va a caer!
La exigencia que Arriaga hizo a mediodía se sustentaba en una interpretación del punto dos del documento de la ALDF Mesa de diálogo para la solución del conflicto en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), el cual señala que los consejeros que se encuentran relacionados como quejosos o cualquier otra parte en juicios de garantías, debían abstenerse de participar en las sesiones hasta que se resuelva definitivamente por el órgano jurisdiccional
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Sin embargo, los 10 consejeros en ese caso no formaban parte de los acuerdos, al no haber sido impugnados. En esa situación sólo están Ramón Islas y Erick Weiss, mientras los 10 consejeros cuestionados forman parte de la lista final de 50 consejeros de la mesa de diálogo de la ALDF.
Alrededor de las 16 horas, cuando seguía el receso, la rectora Esther Orozco se deslindó de la interrupción de la sesión; no obstante, argumentó que no se han discutido suficientemente algunos puntos y hay discrepancias en la interpretación de los acuerdos por las partes; esperemos que se pongan de acuerdo
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Agregó: Lo importante aquí, y ahí yo sí conmino, invito, exhorto, uso todos los verbos que tenga que usar, a que se abran los planteles, porque casi 15 mil estudiantes están perdiendo ya un semestre y la causa no puede ser porque estén unos consejeros o estén otros. Esa no es una razón para cerrar las puertas de los planteles a los estudiantes y a los profesores
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García Ochoa dijo que ya no hay posibilidades de una nueva mesa de diálogo y entreabrió la posibilidad de que la ALDF retome el problema para dar una solución. La consejera Mónica Oliva, integrante del grupo de consejeros críticos, declaró sesión permanente del tercer Consejo Universitario, pero en receso.