Tras fingir persecución, policías abandonaron avenida Juárez por 15 minutos, acusan
Luego de que los vándalos se retiraron, los uniformados iniciaron las aprehensiones
Domingo 9 de diciembre de 2012, p. 4
El primero de diciembre, luego de que sujetos que llevaban cadenas en el cuello –como los efectivos de la Policía Federal que estuvieron en el cerco de San Lázaro– se enfrentaron a agentes y les lanzaron bombas molotov en la esquina de López y avenida Juárez, los uniformados fingieron una persecución y luego se replegaron en Eje Central y Madero.
Dejaron sin vigilancia durante 15 minutos avenida Juárez. Eran cuarto para las dos de la tarde. El tiempo fue aprovechado por los sujetos –que antes lanzaron cosas a los policías– para atacar hoteles, vehículos y comercios sin que nadie los detuviera, narraron dos testigos de lo ocurrido, que accedieron a dar su testimonio con la única condición de no revelar su identidad. En la zona no había un solo uniformado, insistieron.
Los testigos habían acudido a tomar fotografías de la marcha que encabezaban profesores de la sección sindical 22, pero ante los disturbios captaron imágenes de quienes lanzaron bombas molotov a los policías y que, aseguraron, luego hicieron destrozos en la zona.
“Todos corrimos cuando los policías fingieron que salían corriendo para detenernos sobre avenida Juárez, pero luego de dos calles nos dimos cuenta de que habían desaparecido. En ese momento, de varias calles que desembocan a Juárez salieron grupos de hombres que rompían todo.
“Ante esa situación, los profesores decidieron apurar el paso y terminar su movilización. La mayoría se fue al metro. Otros corrimos hacia Reforma, y después de las dos de la tarde los policías estaban otra vez en la avenida Juárez. Detenían a todo aquel que caminara por el lugar. Pero eso –las aprehensiones– ocurrió cuando los que provocaron la violencia ya se habían ido.
“Sobre Paseo de la Reforma los policías detuvieron a varios fotógrafos y personas que deambulaban por allí –contaron los testigos–; no les importaba que presentaran sus credenciales, y en algunos casos un supuesto empleado del hotel Hilton identificaba a presuntos atacantes y los policías los detenían sin más. Nosotros nos retiramos ante el temor de que nos agredieran los uniformados o también nos aprehendieran.”