Lunes 10 de diciembre de 2012, p. 5
Río de Janeiro. En cinco intensos y calurosos días, que incluyeron degustación de frutos exóticos y afrodisiacos, tenis ante ídolos brasileños y partidos de futbol con niños de una favela paulista, el suizo Roger Federer hizo realidad su sueño de estar en Brasil. El suizo firmó autógrafos en toda clase de objetos –pelotas de tenis, camisetas, gorros, libros– y se sacó centenares de fotos con los aficionados, sin perder ni por un momento su característica sonrisa, mezcla de simpatía y timidez.