El líder de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM), Carlos Salazar Arriaga, afirmó que la agrupación tiene tres demandas fundamentales: detener las importaciones del grano provenientes de países con los que no haya Tratado de Libre Comercio; reactivación del esquema de Agricultura por Contrato, y que el gobierno analice a la brevedad la creación de una reserva estratégica de granos ante el panorama difícil que se vislumbra pues la soberanía alimentaria puede verse comprometida.

En el contexto de su 19 asamblea general, el dirigente entrevistado aseguró que los productores mexicanos tienen posibilidad de abastecer al país del maíz que necesita, para lo cual cuentan con un plan estratégico, el cual consiste en aplicar tecnología de alto rendimiento en 2.1 millones de hectáreas para obtener 12 millones de toneladas adicionales entre 2013 y 2018.

Dicho plan ya fue presentado a las autoridades correspondientes, señaló, y subrayó que para producir dicha cantidad es requisito indispensable detener la importación del grano, principalmente el proveniente de Sudáfrica, ya que no paga aranceles.

Actualmente, México consume entre 32 y 34 millones de toneladas de maíz blanco para consumo humano y produce 22 millones de toneladas en promedio, aunque se ha llegado a la cifra récord de 24.5 millones. Así, el volumen de importación es de 9 a 10 millones de toneladas para satisfacer la demanda.

Los poderes detrás de la economía

Salazar Arriaga exigió al nuevo gobierno que investigue a los funcionarios de la anterior administración –particularmente al hoy ex titular de la Secretaría de Economía, Bruno Ferrari, así como a funcionarios de la Secretaría de Agricultura (Sagarpa)– que permitieron la importación indiscriminada de maíz en perjuicio de la economía nacional.

Bruno Ferrari tiene que ser investigado, así como los funcionarios de la Sagarpa que promovieron que se relajaran las normas fitosanitarias y zoosanitarias e ingresaran productos de muy mala calidad y en cantidades masivas. Son poderes detrás de la economía que no tienen compromiso con el campo ni con el país, acusó.

Antes, durante el encuentro con más de 300 delegados de todo el país, señaló que deben combatirse los poderes fácticos, aquellos que se sirven de su autoridad informal o su capacidad de presión económica para influir políticamente en la sociedad.

En contraste con otras organizaciones campesinas, la CNPAMM aprueba el Pacto por México y considera apropiada la propuesta de presupuesto siempre que exista capacidad de los funcionarios para aplicarlo, para eliminar el subejercicio y hacer que llegue el recurso completo, porque también hay poderes fácticos en las estructuras de las dependencias que son nidos de corrupción, de gente que pide dinero y presiona para apoyar cuestiones que no son el destino de los presupuestos.