Miércoles 19 de diciembre de 2012, p. 2
El Cairo, 18 de diciembre. Al faraón Ramsés III lo degollaron: se ha necesitado una buena dosis de rayos X y análisis de ADN para resolver un crimen cometido hace 3 mil años y para levantar el velo sobre la conspiración del harén
, uno de los episodios más oscuros del antiguo Egipto.
De esta conspiración, tramada por miembros del harén del faraón, hablan documentos de la época, en particular el Papiro judicial, que se conserva en Turín (Italia), que da cuenta de un intento de golpe de Estado de la reina Tiyi, una de las esposas de Ramsés III.
Luego de muchos años, la momia del faraón fue descubierta en el siglo XIX, en un escondite, pero el misterio continuó.
Albert Zink, especialista alemán, famoso por haber descubierto los secretos de Otzi, el Hombre de los Nieves, descubierto en 1991 en los Alpes, estudió los restos de Ramsés III.
Autopsia digital
Con la ayuda de otros expertos, entre ellos Zahi Hawass, ex jefe del Consejo Supremo de Antigüedades Egipcias, la momia fue sometida a una técnica avanzada de imagen médica en 3D, la tomografía computarizada.
Esta autopsia digital reveló por primera vez una grave herida en la garganta, hasta ahora inadvertida, justo debajo de la laringe de la momia.
La herida es unos 70 mm y tocó los huesos (...). La tráquea fue cortada limpiamente
, precisa el estudio, publicado por el British Medical Journal.
La extensión y profundidad de la herida indican que causó la muerte inmediata de Ramsés III
, señalan los investigadores.
La tomografía identificó además un cuerpo extraño incrustado en la herida: un amuleto de piedra, el Ojo de Horus”, que tenía para los egipcios poderes curativos.
La garganta cortada y el amuleto muestran claramente que el faraón fue asesinado
, señaló Albert Zink, dijo en un comunicado.