Cercanos a Raúl Padilla, varios candidatos
Miércoles 19 de diciembre de 2012, p. 35
Guadalajara, Jal., 18 de diciembre. Es- te martes rindieron protesta los integrantes de la comisión elec- toral para elegir al nuevo rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG), cargo que ocupa el suplente Marco Antonio Cortés Guardado en sustitución del fallecido Carlos Briseño Torres, quien fue destituido el 30 de agosto de 2008 por el Consejo General Universitario (CGU).
La comisión electoral se creó durante la sesión extraordinaria que el CGU celebró en el salón de actos de la universidad, Enrique Díaz de León y tendrá la responsabilidad de organizar y vigilar el proceso para elegir, en marzo próximo, al nuevo rector de la UdeG durante el periodo 2013-2019.
Entre los aspirantes conocidos para suceder a Cortés Guardado están el ex diputado federal perredista Tonatiuh Bravo Padilla, actual rector del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas de la UdeG; Héctor Raúl Pérez Gómez, rector del Centro Universitario de Ciencias de la Salud; Ruth Padilla Muñoz, directora del Sistema de Educación Media Superior; Alfredo Peña, secretario general de la UdeG, y el ex diputado local perredista Raúl Vargas López.
Desde que en 1989 Raúl Padilla López llegó al cargo de rector de la UdeG, el grupo que encabeza se ha adjudicado los principales cargos en la casa de estudios iniciando por la propia rectoría. Salvo Briseño Torres, pocos se han atrevido a cuestionar en la UdeG el liderazgo político de Padilla, quien ostenta, entre otros cargos, el de presidente de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, de Papirolas, de la Cátedra Julio Cortázar, del Teatro Diana, de la Fundación UdeG y, además, es profesor investigador titular.
Todos los nombres que se barajan para nuevo rector son de personas cercanas a Padilla, como también lo fue en su momento Briseño Torres quien, sin embargo, pocos meses después de llegar al cargo de rector se rebeló contra su padrino político.
Caro le costó, pues tras su destitución en 2008 y pese a buscar por meses el amparo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el 19 de noviembre de 2009 fue encontrado muerto en su casa en el fraccionamiento Valle Real de Zapopan con un disparo en la cabeza, en lo que oficialmente la Procuraduría General de Justicia de Jalisco determinó como suicidio.
El episodio que hizo tambalear la hegemonía padillista y desnudar sus métodos de control sobre los consejeros durante la sesión en que Briseño fue destituido, podría provocar que en la elección de marzo próximo el grupo dominante tenga especial cuidado para evitar que se repita la historia.