Lo importante es su recuperación, más que la fecha, comentan
Domingo 23 de diciembre de 2012, p. 34
No importa que pasemos la Nochebuena aquí, pero que se componga
, comenta Eugenia, mientras espera que sea la hora de visita para ver a su hija Columba, de 45 años, quien permanece internada en el Hospital General de México. Tiene leucemia. Llevamos cuatro días y serán muchos más
.
Su familia recibirá la Navidad uno adentro, con Columba, a ver a quién le toca
, y otros afuera, haciendo guardia toda la noche. No se sabe cuándo se va a necesitar del familiar que se queda en la calle, esperando. Por ejemplo, ayer nos pidieron un medicamento que no tenían aquí. A las tres de la mañana fuimos a buscarlo. Lo bueno es que las farmacias abren las 24 horas
.
Lourdes tiene un hijo internado en ese hospital. A Paco lo habían operado del estómago hace una semana. Como estaba sedado y no sentía dolor, no se dieron cuenta que tenía apendicitis
.
Señala que no sabe cuánto falta para Navidad o si ya pasó. Su sobrino la consuela, le ofrece una fruta para que tenga algo en el estómago
y le aclara que todavía no estamos a 24 de diciembre. Esa noche quien se quedará con Paco es su primo. Saldrá al día siguiente como a las 11 de la mañana.
Renta un banco de plástico. A cinco pesos desde las nueve de la mañana hasta poco después de las seis, cuando el del puesto se va
. Pensando en las urgencias, también cargan las baterías de los celulares. El servicio cuesta 10 pesos en el puesto de revistas.
A principios de noviembre fue inaugurado el albergue del Hospital General, con capacidad para unas 100 personas, a un costo de 20 pesos por noche. Sin embargo, no siempre hay camas disponibles
, comenta Eugenia. Por eso ella y sus otros hijos duermen en una camioneta que estacionan sobre la avenida Doctor Pascua cuando les toca estar afuera.
Familiares y pacientes recibirán la Navidad en distintos centros hospitalarios, y para alegrarles un poquito el rato
, la organización no gubernamental, Tropa Corazones, repartió juguetes, donados por personas y por Cadena de Sonrisas, a los niños internados en el Hospital Infantil Fernando Gómez Pombo.
Para pequeños que tienen las visitas restringidas esto no fue obstáculo. Desde las ventanas eligieron entre los juguetes que les mostraron los voluntarios de esta organización.