Detecta desfases en componentes de la infraestructura educativa
Sábado 29 de diciembre de 2012, p. 10
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) descubrió graves deficiencias de operación de los recursos que maneja el Fondo de Aportaciones Múltiples, que se destina a las entidades federativas y los municipios.
El órgano fiscalizador realizó una auditoría exhaustiva al citado fondo, y concluyó que en la mayoría de entidades los controles de los registros públicos son débiles o inexistentes.
Además los registros y la información financiera son insuficientes, y en su mayoría erróneos.
No se cuenta con normatividad para operar el fondo y, en el caso de los DIF estatales y municipales, tampoco existe control de beneficiarios ni expedientes y registros, informó.
En un documento señala que las entidades federativas desaprovechan significativamente las potencialidades que ofrece un uso oportuno y eficiente de los recursos asignados.
En el componente de infraestructura educativa de los niveles básico y superior, no existe un mecanismo (...) de definición de las obras o acciones por programar con los recursos del fondo, como resultado de la falta de coordinación entre las secretarías de Finanzas y de Educación estatales y la Secretaría de Educación Pública (organismo federal), ya que en la mayoría de los casos no se tienen identificados los proyectos autorizados ni el programa de inversión formalizado, por lo que se incumple con los requerimientos de atención y la priorización de las obras y acciones por financiar con esos recursos.
La distribución y calendarización de los componentes de infraestructura educativa se publican en mayo, lo que origina subejercicios e incumplimientos de las metas, por lo que es necesario que los recursos se entreguen al inicio del ejercicio.
Tampoco se establece que los recursos se orienten exclusivamente al beneficio de los grupos de población en pobreza extrema, para lo cual es conveniente definir los indicadores y las características mínimas que es necesario presentar para ser considerado beneficiario.
En los estados fiscalizados, principalmente en los componentes de infraestructura educativa, se presentaron desfases (subejercicios) en el uso de los recursos, lo cual da lugar a un círculo vicioso que retroalimenta el atraso en la aplicación del fondo, lo que genera un efecto negativo en la población objetivo, al posponer sus beneficios y afectar la transparencia en su gestión
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