El 7 de julio, comicios en 14 estados; en juego, 441 diputaciones locales y mil 348 alcaldías
Las pugnas internas en PAN y PRD afectan sus posibilidades de competitividad y de triunfo
Los partidos pequeños lucharán por su permanencia; Morena irá por el registro como partido
Lunes 31 de diciembre de 2012, p. 5
Recuperada la Presidencia de la República, el PRI se alista ahora para llevarse carro completo en los 14 procesos estatales que se realizarán en el país en este 2013. Mientras, sus principales adversarios, PAN y PRD enfrentan serias pugnas que afectan, sin duda, sus posibilidades de triunfo y competitividad electoral.
Los partidos pequeños buscarán mantener su registro y en algunos casos aumentar su votación; en tanto, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) trabajará para obtener el registro ante el Instituto Federal Electoral (IFE) como partido político.
En la próxima jornada electoral del 7 de julio estarán en juego la gubernatura de Baja California, 441 diputaciones locales y mil 348 ayuntamientos; es decir, poco más de la mitad de los municipios del país. En esta ocasión están llamados a votar casi 39 millones de electores; es decir, 45 por ciento de los 85.7 millones de ciudadanos inscritos en el padrón electoral, al cierre de 2012.
Los estados donde habrá elecciones son: Baja California, Quintana Roo, Veracruz, Oaxaca, Hidalgo, Durango, Aguascalientes, Zacatecas, Chihuahua, Tlaxcala, Puebla, Tamaulipas, Sinaloa y Coahuila. En el primero se renovará el gobierno estatal.
De las localidades en disputa, la mayoría están gobernadas por el priísmo, a excepción de Oaxaca, Sinaloa y Puebla, donde los jefes del Ejecutivo surgieron de una alianza entre PAN y PRD, y de Baja California, donde el mandatario es de filiación panista.
A seis meses de la jornada electoral, en el PRI impera el optimismo generado por la recuperación de la Presidencia de la República. En su toma de posesión como presidente del PRI, César Camacho Quiroz anunció que trabajará por consolidar la mayoría obtenida en las pasadas elecciones federales, con base no sólo en el trabajo del partido sino también en lo que haga el presidente Enrique Peña Nieto, a quien identificó como el principal activo
del tricolor.
Para ello, desde el 12 de diciembre pasado, el mexiquense y la secretaria general, Ivonne Ortega, comenzaron una serie de reuniones con los dirigentes de los 14 comités directivos estatales del PRI. El tema: garantizar el triunfo en todos los estados.
Durante esos encuentros, Camacho Quiroz ha asegurado que la primera tarea de la dirigencia nacional es acompañar al priísmo estatal, para que los procesos de selección de candidatos no deriven en fracturas que puedan ser utilizadas por la oposición. Esa es una de las lecciones aprendidas fuera del gobierno, subrayó.
Recuperación paulatina del PRI
En los últimos años, el PRI ha experimentado una recuperación electoral paulatina en los procesos locales; prueba de ello es que en 2012 recuperó los gobiernos de Jalisco y Chiapas, además de mantener en su poder el de Yucatán.
De cara a los comicios de 2013, el PAN puso en marcha la estrategia La victoria comienza hoy
, cuya piedra angular es disminuir las confrontaciones derivadas de los procesos de selección de candidatos y resolver los conflictos internos que se arrastran de tiempo atrás y por diversas razones, a fin de que el panismo llegue unido a julio próximo.
Los motivos de disputa son variados. Uno de ellos fue la asignación de responsabilidades en la pérdida de la Presidencia de la República, pues en los primeros días, tras la derrota del primero de julio pasado, hubo acusaciones cruzadas entre la dirigencia del partido, el Ejecutivo federal y el equipo de campaña, encabezado por la candidata Josefina Vázquez Mota. Luego de varias semanas de debate interno, se ubicó responsabilidad a las tres instancias.
Otro tema de confrontación fue la firma del Pacto por México, ya que la dirección del blanquiazul no informó a los legisladores sobre el tema con anticipación, y se giraron instrucciones para que las iniciativas derivadas del acuerdo se dictaminaran lo antes posible, sin que mediara análisis de fondo. Esto último molestó sobre todo a los senadores, quienes tuvieron que reunirse con el dirigente Gustavo Madero para expresar su inconformidad y dejar en claro su intención de participar en los trabajos de construcción de iniciativas de reformas, para que las propuestas de cambio contemplen propuestas defendidas por el PAN.
El enfrentamiento se agudizó en los últimos días de diciembre, cuando surgieron versiones de que Ernesto Cordero sería relevado de la coordinación de los senadores panistas, debido a que presuntamente estaba obstaculizando el avance de las iniciativas derivadas del pacto. En contrapartida se acusó a los calderonistas de conspirar para sacar a Madero de la presidencia del PAN.
A este panorama se agregan los pleitos en varios comités directivos por la renovación de la dirigencia y la posibilidad de establecer alianzas electorales con otros partidos, como fue en Puebla.
En el PRD, el Pacto por México también provocó divisiones; de hecho, el dirigente Jesús Zambrano firmó el acuerdo sin contar con el aval de dos importantes corrientes internas, las encabezadas por Héctor Bautista (ADN) y René Bejarano (IDN). En corrillos de este partido se afirma que la molestia de las dos agrupaciones no sólo es por el contenido del documento –en el que se deja abierta la puerta para aumentar y generalizar el IVA, así como incrementar el capital privado en la industria petrolera–, sino también porque no lograron mantener la interlocución con el gobierno de Enrique Peña Nieto.
La confrontación por el pacto se suma al golpe que sufrió el PRD, luego de que el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador anunció su separación y la conversión de Morena en partido político, el que se estima quitará votos al partido del sol azteca.