Londres, 4 de diciembre. La adolescente paquistaní Malala Yousufzai, a quien los talibanes dispararon en la cabeza por promover la educación de las mujeres, salió hoy del hospital británico donde estaba ingresada para continuar su rehabilitación en el hogar temporal de su familia.

Los médicos del hospital Queen Elizabeth, de Birmingham, dijeron que se encuentra suficientemente bien para poder seguir su tratamiento como paciente externo. No obstante, deberá retornar al nosocomio a finales de enero o principios de febrero para someterse a una cirugía craneal reconstructiva.

La joven ha salido del hospital bajo control médico para pasar tiempo con sus padres y sus dos hermanos menores, quienes se reunieron con ella en este país.

Malala fue internada el 15 de octubre procedente de Islamabad, Pakistán, en un avión-ambulancia. Seis días antes resultó herida en la cabeza y en un hombro, en un ataque cometido en un autobús escolar en el valle de Swat por un grupo talibán que buscaba castigarla por su compromiso en favor del derecho a la educación de las paquistaníes.

Los médicos afirman que aunque la bala la alcanzó en la ceja izquierda, no penetró en el cráneo.