Trabajadores y proveedores del Museo de la Ciudad de México denunciaron que se les debe más de seis meses de pagos, además de que existe un desorden administrativo en el recinto, por el cual ninguna autoridad se quiere hacer responsable de esos adeudos.

Una situación similar se vive en la Escuela de Iniciación Musical Silvestre Revueltas de la delegación Iztacalco, en la cual no se ha pagado a los profesores ni a la directora del plantel desde octubre, cuando se dio el cambio de administración delegacional.

En el caso de las personas que laboran en el museo (uno de los recintos culturales más importantes del Distrito Federal), los denunciantes (quienes pidieron a La Jornada mantener en reserva sus nombres), narraron que algunos fueron contratados en junio por instrucciones de la entonces directora Cristina Faesler, con el acuerdo de que trabajarían siete meses y que les pagaría contra entrega de cinco recibos de honorarios; es decir, el pago del periodo total saldría prorrateado el primero en octubre, lo cual no ocurrió.

Faesler dejó el cargo, y en su lugar nombraron a Beatriz Alejandra Gilling Navarro, quien argumentó hace unos días a los trabajadores que ella ya se iba, pues sólo estaría encargada del recinto hasta el 5 de diciembre y que desconocía los adeudos, los cuales respaldan sendos contratos, cuyas copias tienen los afectados.

En el área de finanzas se informó a los trabajadores que sólo esperaban un par de firmas para liberar los pagos, pero no sabían de qué funcionarios.

En el caso de los proveedores, a los que se les adeuda el pago de diversos servicios prestados no sólo al museo sino, incluso, a la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, algunos de ellos se quedaron con mamparas propiedad del recinto museístico, las cuales utilizaron en la pasada Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil. Se niegan a devolverlas hasta que les liquiden lo que se les debe.

Además, los trabajadores del recinto denunciaron que los meses recientes sucedieron cosas extrañas en el museo, como pagos de hasta 10 clases a talleristas, cuando éstos sólo impartieron dos, así como materiales gratuitos que se vendieron y aviadores en la nómina.

Ni en el museo ni en la secretaría se pudo contactar a algún funcionario que diera su versión del asunto, debido a que se encontraban de vacaciones; mientras tanto son al menos 10 familias las que concluyeron 2012 sin esos ingresos, reiteraron los denunciantes.

En Iztacalco, la Escuela de Iniciación Musical Silvestre Revueltas es la primera institución de su tipo que depende directamente de una delegación. Atiende a alrededor de 200 alumnos, desde niños hasta personas de la tercera edad, quienes reciben clases de diversos instrumentos musicales, con maestros profesionales, a precios accesibles.

Desde octubre, en el cambio de administración delegacional, se dejó de pagar a la directora, Margarita Martínez Mejía, y a alrededor de 23 profesores. Todos ellos cobran por honorarios.

La nueva jefa delegacional, Elizabeth Mateos Hernández, fue informada de la situación mediante un escrito, pero la funcionaria nunca dio respuesta.

Al preguntar por los adeudos en el área de nóminas, informaron a la profesora Martínez Mejía que desde el primero de octubre ella ya no estaba a cargo de la escuela y que, incluso, su salario ya lo cobraba una nueva directora, cuyo nombre aparecía en el sistema.

Se trata de una persona fantasma, pues nunca se ha aparecido en el plantel, señaló la directora de la escuela, quien ha estado trabajando de octubre a diciembre sin cobrar un quinto y sin que le hayan informado de manera oficial que ya no es la encargada.

Consultado por La Jornada, el director de Educación y Cultura de Iztacalco, Ricardo Benito Antonio León, dijo que apenas está revisando el asunto de los adeudos en la Escuela de Iniciación Musical Silvestre Revueltas.

No tengo el dato de que otra persona esté a cargo; estamos viendo el asunto del adeudo a la directora Martínez Mejía con carácter de urgente; no veo ningún problema, se le responderá, señaló el funcionario, y rechazó el rumor que corre entre algunos padres de familia de que las autoridades delegacionales pretendían cerrar la escuela porque les sale muy cara.

No tengo ninguna información que sea veraz acerca de esa situación; no se va a cerrar la escuela, pionera en la zona en ese tipo de educación artística. La cuidaremos mucho, es uno de los encargos de la jefa delegacional.