En la ciudad de México hay decenas de miles de personas con trabajos precarios que carecen de servicios de salud, quienes de no atenderse pueden desarrollar enfermedades crónico-degenerativas que podrían colapsar el sistema hospitalario en el Distrito Federal al requerir tratamientos muy costosos, afirmó Armando Ahued Ortega, secretario de Salud capitalino, en entrevista con La Jornada.

Actualmente el padrón de personas afiliadas a dichos sistemas en la capital asciende a 4 millones de personas, las cuales ante la falta de empleo que les otorgue seguridad social y prestaciones, o por ser un sector de la población considerado de alta o muy alta marginación, acuden a los servicios otorgados por la red hospitalaria de la capital.

Sumados a esa población hay taxistas, microbuseros, empleadas domésticas, vendedores ambulantes y locatarios de mercados públicos, quienes trabajan como negros y no tienen protección alguna, lo cual es injusto, indicó.

Ante esta situación, las autoridades capitalinas pusieron en marcha un proyecto mediante el cual se pretende incorporar dichos sectores a la ley de gratuidad del gobierno de la ciudad lo cual, señaló, responde a un compromiso de campaña del mandatario capitalino, Miguel Ángel Mancera.

Dicho plan es súper ambicioso y enfrenta una realidad que no había querido desafiarse, aseveró.

Admitió que significará una sobrecarga para el sistema de salud en la capital, ya que en la actualidad existe gran demanda de estos servicios. Para evitarlo, dijo el funcionario, se pretende apostar a la prevención, mediante la detección oportuna de enfermedades y promoción del deporte.

Cuestionado sobre los recursos económicos que se utilizarán para cumplir con los objetivos trazados, Ahued Ortega subrayó que el presupuesto nunca es suficiente, pero se hará el esfuerzo para atenderlos a todos y desarrollar la infraestructura actual.

Armando Ahued, secretario de Salud del Gobierno del Distrito Federal, durante la entrevista con La Jornada en sus oficinas de la colonia NapolesFoto FotoCarlos Cisneros

Al respecto, explicó que pese a ser una presión sobre el sistema, se ampliarán los horarios de los 220 centros de salud existentes, se les dotará de mayores recursos y se reforzará el equipamiento de los hospitales y el capital humano.

Este año arrancará la segunda etapa del Hospital General de Iztapalapa y la construcción del hospital de Gustavo A. Madero. Pensamos ampliar un hospital en Magdalena Contreras, las clínicas de vih/sida y los hospitales de perros y se abrirá una clínica en cada delegación para la atención de adultos mayores, sostuvo.

Aproximadamente serán 200 mil personas y sus familias las que se pretende afiliar al sistema de salud capitalino, lo que dará por resultado que más de un millón de personas se integren para dar un total de cinco millones, en un proceso de incorporación paulatino; no van a llegar todos de golpe y porrazo a atenderse, aclaró.

Con respecto a los problemas actuales que enfrenta la red de hospitales de la ciudad por la creciente demanda y falta de infraestructura, Ahued detalló que la capital no atiende sólo a sus habitantes, sino también a pobladores del estado de México y otras entidades.

El sistema de emergencias de la ciudad atiende a ricos y gente sin seguridad social. Es un reto y lo tenemos que enfrentar, y a partir de la realidad hacer una evaluación de la necesidad de crecimiento del sistema. Pero lo más importante, agregó, es no ignorar a un grupo tan grande que ahí estaba. Ese es el gran reto: consolidarlo.