El último del calderonismo se dio a raíz de una orden judicial
Miércoles 16 de enero de 2013, p. 14
Obdulio Ávila, ex subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, justificó la autorización de casinos en el último tramo de la administración de Felipe Calderón y aseveró que la apertura de locales tiene como base resoluciones administrativas (expedidas por la dependencia en favor de Producciones Móviles y Exciting Games) derivadas de una orden judicial.
Aunque el permisionario (Entretenimiento de México, Emex) denunció en su momento que ya no tenía relación con los operadores señalados, Ávila sostuvo que esa historia es un fuerte pleito de casineros
por la propiedad de la mayoría de centros de juego.
Así, mientras Emex, de Arturo Rojas Cardona, entró a concurso mercantil –para Gobernación esto es causa de revocación del permiso– reconoció a los operadores los derechos de las licencias
que ya tenían: 40 de Producciones Móviles y siete de Exciting Games.
Precisó que esas autorizaciones amparan la operación de hasta 47 licencias
y no de casi cien, como se ha difundido. Por el contrario, dijo –a raíz de un permiso con capacidad de 50 licencias–, en el sexenio de Calderón sólo se reconocen 47
. Negó que su actuación como funcionario haya sido guiada por filias o fobias, aunque aclaró que estuvo atento para que Rojas Cardona no se expandiera. Lo que sí me interesó siempre es que un permisionario no se fuera a quedar, vía juicios, con 30 por ciento de las licencias del país... impedir prácticas monopólicas
.
Lo anterior, pese a que existen denuncias administrativas y penales por la presunta red de corrupción en el sector, una de éstas presentada por la propia Secretaría de Gobernación en septiembre de 2011 contra ex funcionarios de la dependencia y de casinos vinculados a las empresas citadas.
–¿Las resoluciones administrativas (para la apertura de casinos) las dio Gobernación?
–Sí, pero es un reconocimiento de derechos que tenían dos operadoras, producto de una declaración de concurso mercantil, la cual la hace un juez. Nosotros no tenemos nada qué ver ahí.
–En la reunión que tuvo usted con Talía Vázquez (una de las denunciantes de la supuesta red de corrupción) se mencionó la presunta participación de Roberto Gil, en 2011 secretario particular de la Presidencia de la República y actual senador por el PAN, y que recibió 800 mil dólares para cabildear la apertura de un casino en Querétaro.
–No, estoy seguro. Quien diga eso lo debe probar. Yo no vengo a hablar de dichos, ni rumores ni dolores, traigo documentos.
–¿Y las nuevas licencias?
–No hay cien licencias (nuevas). Entretenimiento de México protesta porque quiere lo que tiene Exciting Games y Producciones Móviles, y quiere duplicar sus licencias. Es un litigio de Emex contra Gobernación donde, si lo llega a ganar, vamos a ver una duplicidad enorme, que lo va a colocar como el principal poseedor de licencias del país.
Aseveró que tras las denuncias penal y administrativa de Gobernación, en septiembre de 2011, los funcionarios de la subsecretaría a su cargo acudían cada semana a la Procuraduría General de la República a verificar el estado de la averiguación previa y hasta ahí llegó su función.
Ávila se presentó ayer ante los medios –mes y medio después de haber dejado el cargo– para detallar que las resoluciones (en una de ellas está involucrado Juan Iván Peña Neder, ex coordinador de asesores de quien fuera subsecretario de Gobierno al inicio del sexenio calderonista) se otorgaron el 15 de agosto de 2012 y no el último día del sexenio pasado. Afirmó que no se publicaron en ese momento porque estaban en curso litigios relacionados con ese asunto. Sostuvo que su gestión no respondió a filias ni a fobias
y que tampoco tiene información de panistas involucrados en permisos irregulares.
Admitió que el 15 de agosto pasado recibió en su despacho a Vázquez en un encuentro cordial
. No obstante, la ex esposa de Peña Neder afirma lo contrario: “Fue Obdulio el funcionario más patán de todos; me dijo que mi denuncia (contra Producciones Móviles) era inútil; al senador (Gil) lo involucré verbalmente y me respondió que con él (Obdulio) las cosas no se llevaban a ‘escrititos’; cuando le pedí su ayuda, porque estaba en peligro mi vida, me respondió ‘no sé por qué exagera tanto (de Juan Iván), si perro que ladra no muerde”.