Moscú, 23 de enero. Serguei Filin, director de ballet del Teatro Bolshoi, agredido el viernes anterior con un ácido que le provocó quemaduras de tercer grado en el rostro, se sometió este miércoles a una nueva operación en los ojos, que en opinión de los médicos resultó exitosa, aunque quedan varias intervenciones quirúrgicas por delante para poder asegurar que está superado el riesgo de que el afamado ex bailarín y coreógrafo pierda la vista.

Atendido por los mejores médicos de este país, el próximo lunes Filin será operado de nuevo en los ojos, la prioridad en estos momentos, en tanto se posponen las siguientes etapas de cirugía plástica para recomponerle el rostro desfigurado.

Tendrá que pasar, como mínimo, una semana para evaluar cuándo podremos hacerle la siguiente intervención, señaló hoy el cirujano Andrei Alekseyev, titular de la cátedra de lesiones térmicas y heridas infecciosas de la Academia Médica de Estudios de Posgrado.

Todos los especialistas coinciden en señalar que, a partir de la agresión, tendrán que pasar dos semanas para saber hasta qué punto podrá recuperar la vista el director de ballet del Bolshoi, cuyo cargo de manera interina desde ayer ocupa –dicho sea de paso– su anterior esposa, la ex prima ballerina Galina Stepanenko.

Continúan pesquisas policiales

La policía continúa investigando varias hipótesis, sin que hasta ahora se hayan dado a conocer avances para esclarecer este crimen.

Filin y sus colegas creen que la agresión tiene que ver con su cargo, y no tanto con un odio personal, sino más bien con el deseo de dañar al Bolshoi. Así lo dice hoy Mijail Shvidkoi, ex ministro de Cultura de Rusia y actual director del Teatro de Musicales:

El monstruoso ataque a Serguei Filin busca desestabilizar al teatro más importante del país. Es la culminación de toda una cadena, hasta ahora poco clara, de sucesos en los años recientes que debían sembrar el caos y el miedo en la compañía de ballet.

Según Shvidkoi, primero emigró a Estados Unidos el director de ballet Aleksandr Ratmansky, hastiado de los vicios y la corrupción en el teatro, después abandonó el puesto Guenadi Yanin tras un escándalo sexual con unas fotos suyas en Internet, y ahora le tocó a Filin, amenazado de modo permanente y víctima de intentos de contraponerlo al director general del Teatro Bolshoi, Anatoly Iksanov, mediante falsas cuentas en redes sociales atribuidas a él y a su secretaria.