Jueves 24 de enero de 2013, p. 26
Tel Aviv. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que sufrió una importante pérdida de votos en las elecciones celebradas el martes pasado, prometió ayer formar un gobierno de coalición que se centre en reformas socio-económicas. Su alianza derechista Likud-Beitenu consiguió sólo 31 de los 120 escaños en el Parlamento, es decir, 11 menos de los que tenía hasta ahora, según los resultados con 99 por ciento del escrutinio. Los analistas estiman que Yair Lapid, ex periodista en televisión y debutante en el escenario político israelí, tendrá un papel clave con su partido liberal y secular Yesh Atid, la segunda fuerza política. Tras conocer los primeros resultados, Netanyahu anunció que quiere formar una coalición lo más amplia posible. Afirmó que estos resultados constituyen una oportunidad para imponer los cambios que los ciudadanos israelíes desean
. Aseguró que contacó con Lapid, que con 19 escaños se convierte en la fuerza clave. Lapid aceptó ayer la mano que le tendió Netanyahu bajo la forma de un programa de gobierno social.