Jueves 24 de enero de 2013, p. 44
El aumento de dos pesos en el precio de los cigarros no tiene ningún impacto en el impuesto específico al consumo de siete pesos que recauda la Federación, sino que es un ajuste al margen de ganancia de la industria tabacalera, señaló Érick Antonio Ochoa, director de Iniciativas para el control del tabaco de la Fundación Interamericana del Corazón. Advirtió sobre la necesidad de actualizar el gravamen vigente a partir de enero de 2011 como parte del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), al menos con base en la inflación, pues al quedarse rezagado pierde su efectividad como medida para desalentar el consumo. En entrevista, el experto resaltó que la decisión de Philip Morris tampoco tendrá repercusión en las ventas, pues su monto no es significativo, como sí lo fue en su momento el incremento de siete pesos. También cuestionó si será posible que la industria mantenga su discurso de que por el aumento en el precio de sus productos habría un aumento en el contrabando. Si los empresarios fueran congruentes deberían decirnos cuánto crecerá el comercio ilícito
, abundó. Antonio Ochoa subrayó la importancia de que los legisladores retomen la iniciativa para dar continuidad a la política de aumentar los impuestos a los productos del tabaco en cumplimiento de los compromisos suscritos por México en el Convenio Marco promovido por la Organización Mundial de la Salud.