Apremia a la sociedad a participar en la Cruzada Nacional contra el Hambre
Viernes 25 de enero de 2013, p. 12
Las condiciones de pobreza en que vive uno de cada cuatro mexicanos es evidencia clara de que las políticas asistencialistas que no fomentan la transformación productiva de los más marginados sólo postergan las soluciones de fondo y de raíz, aseguró el presidente Enrique Peña Nieto.
Aunque no precisó tiempo ni niveles de gobierno, afirmó que en los últimos años muchas de las acciones emprendidas para enfrentar la pobreza y el hambre han sido orientadas justamente a atender sólo los efectos, y no las causas.
En la ceremonia donde convocó a la sociedad civil a sumarse a la Cruzada Nacional contra el Hambre, presentada recientemente en Chiapas, el Presidente destacó la importancia de la participación ciudadana para alcanzar la meta prioritaria de atender a 7.4 millones de mexicanos que enfrentan, además de pobreza extrema, carencia alimentaria severa. En esta primera etapa se enfocará en atender a 400 municipios prioritarios.
Al salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial de Los Pinos –donde se realizó la ceremonia– acudieron representantes de organizaciones civiles de asistencia alimentaria, entre las cuales destacaron los promotores de Un Kilo de Ayuda, la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos, el Foro Nacional de Alimentación y Nutrición, así como líderes religiosos. En el presídium estuvo Lolita Ayala, de Sólo por Ayudar.
Ante ellos, el Presidente definió tres premisas fundamentales: alinear los programas sociales que se operan desde distintas dependencias federales; coordinación estrecha con las autoridades municipales y estatales, y la apertura de espacios para que la sociedad civil participe directamente en la implementación de esta cruzada.
Ni Peña Nieto ni la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, explicaron cuál será la participación de la sociedad civil en esta cruzada, cuyo consejo deberá quedar integrado por representantes ciudadanos, así como de los sectores público y privado, en un periodo máximo de 30 días.
El mandatario tampoco ha explicado cómo los beneficiarios del programa se convertirán en sujetos productivos, según señala el decreto del programa puesto en marcha.
En las democracias avanzadas está comprobado que la participación social complementa, fortalece y enriquece la acción del gobierno. Para generar mejores condiciones de vida para las familias mexicanas, requerimos de voces fuertes, críticas, pero también de voces constructivas y voluntades propositivas
, expresó el mexiquense.
Demanó a las organizaciones civiles, empresariales y religiosas sumarse a este esfuerzo del gobierno federal.
La directora del Foro Nacional de Alimentación y Nutrición, Teresa Shamah Levy, señaló que la epidemia de enfermedades crónicas asociadas a la desnutrición y a la obesidad rebasa ya la capacidad financiera del sector salud, y la perspectiva es su colapso a mediano plazo si no se recuperan los buenos hábitos alimentarios y se propicia un estilo de vida saludable para toda la familia.
Agregó que esa situación es consecuencia de errores cometidos y de lo que no se ha hecho. Así, por ejemplo, reprochó que el Estado haya dejado de asumir plenamente sus obligaciones irrenunciables de garantizar el bienestar social.
Federico Díaz González, de la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos, apuntó que anualmente se rescatan unos 128 millones de kilos de comida, que de otra manera se habrían desperdiciado.
Aclaró que esa cifra es apenas 3 por ciento de lo que se pierde en la cadena alimentaria en México, por lo que todavía se puede hacer más en este terreno.