El ex presidente y miembro titular de la AMC murió ayer a los 87 años
Estudió en la UNAM y después se especializó en el Instituto Tecnológico de Massachusetts
Considerado uno de los pocos expertos mundiales en el uso de campos magnéticos de la física
Sábado 26 de enero de 2013, p. 2
Reconocido como pilar en el desarrollo de la física nuclear en México, Marcos Mazari Menzer, investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), murió ayer a los 87 años de edad.
Formado como ingeniero civil y físico experimental con maestría en mecánica de suelos y estructuras por la UNAM, Mazari realizó estudios complementarios en física nuclear en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, donde trabajó como investigador y profesor afiliado entre 1957 y 1975.
Nabor Carrillo Flores, quien fuera rector de la UNAM (1953-1961) e impulsor en nuestro país del estudio de la física nuclear, seleccionó al entonces joven ingeniero civil para cubrir esa estancia en el prestigiado MIT en la novedosa disciplina científica, área en la que tiempo después se convirtió en referencia mundial.
Con la espectroscopia nuclear de alta precisión, empleando los métodos magnéticos, su trabajo recibió amplia aceptación dentro de la literatura científica internacional y de los laboratorios especializados en el campo.
En la UNAM fue investigador de tiempo completo y medio tiempo en el Instituto de Física entre 1954 y 1975 y ejerció la docencia en las facultades de Ingeniería y Ciencias de esa universidad.
Sin abandonar sus actividades como investigador, Mazari ocupó distintos cargos en diversas entidades. Fue topógrafo de la Comisión Federal de Electricidad, asesor de la Comisión Nacional de Energía Nuclear y director del acelerador Van de Graaff Tandem del Centro Nuclear de Salazar, entidad en la que participó decisivamente desde su creación. Ocupó la jefatura de la División de Investigación Científica y del Acelerador de ese Centro, dependiente del Instituto Nacional de Energía Nuclear.
El trabajo realizado por el investigador abordó el uso de electroimanes en la física experimental incursionando en todos los temas relacionados con la materia: fundiciones especiales, geometrías novedosas, homogeneidad del campo, problemas de histéresis, saturación, problemas mecánicos, óptica de iones, medidas precisas de campos, bobinas especiales, enfriamiento, fuentes de alimentación y estabilidad, campo disperso y ultra alto vacío.
Mazari fue integrante de las Juntas de Gobierno de la UNAM y del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica. Fue también miembro de El Colegio Nacional e investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadores y de la UNAM, institución que le otorgó el doctorado Honoris Causa en 1996. Asimismo, formó parte del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República.
Recibió diversas distinciones y reconocimientos en su trayectoria, como el de la Academia de la Investigación Científica, en 1962, y el Premio Nacional de Ciencias y Artes en la modalidad de Tecnología y Diseño, en 1980. En 1992 la máxima casa de estudios le concedió el Premio Universidad Nacional.
En abril de 2012 fue distinguido como miembro titular de la AMC, organización que presidió en el periodo 1965-1966, etapa en la que el nombre de esta agrupación era Academia de la Investigación Científica.
Mazari, considerado uno de los pocos expertos mundiales en el uso de los campos magnéticos de la física, dedicó los últimos años de su carrera como investigador al tema del agua en la ciudad de México, con el propósito de plantear soluciones a los graves problemas que enfrentan los acuíferos.
Quienes compartieron con él su etapa como académico, investigador y colega lo describen como un hombre entusiasta y modesto, íntegro, perseverante y dedicado, pero sobre todo un excelente amigo y compañero.
La Academia Mexicana de Ciencias lamentó la muerte de Mazari Menzer.