Como inyección motivacional significó la goleada de Pumas al Mérida en la Copa MX, reconoció David Cabrera. Ganamos en lo anímico; el equipo estaba consciente de que no se venían haciendo bien las cosas, comentó el mediocampista, quien agregó que ahora van con más confianza a enfrentar al subcampeón Toluca.

Señaló que en el plantel auriazul han llegado a la conclusión de que simplemente deben trabajar mejor en la definición y otro tanto en la parte mental para no caernos cuando salen mal las cosas, porque a veces nos hacen el primer gol y el equipo se viene abajo.

Estimó que este domingo en el estadio Nemesio Diez podría haber un buen espectáculo porque los escarlatas tienen vocación ofensiva: “Son un gran equipo, con jugadores buenos, como Lucas Silva y el Pájaro Benítez, y con un gran técnico; no por nada es el subcampeón, pero al mismo tiempo te deja jugar. Creo que hay mucha chance de ganar”.

Pese a todo, reconoció que no es lo mismo enfrentar a un equipo de la liga de ascenso (Mérida), que viene del nivel del mar a la altura del Distrito Federal, que chocar contra los choriceros.

Tras la práctica realizada ayer en el estadio Olímpico Universitario y con ese afán de recomponer la autoestima, Cabrera abundó: Hay que seguir insistiendo por el lado de la intensidad, del buen futbol, no dejar de creer en lo que estamos haciendo. No se nos han dado los resultados, pero debemos tener confianza e insistir, darle para adelante.

El jugador quien por una lesión quedó marginado de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, señaló que jamás rehusará acudir a un llamado al Tricolor como lo ha hecho de forma reiterada Carlos Vela. Él tendrá sus razones, pero yo ahora quiero tener un gran torneo para ser considerado por el seleccionador.

A su vez, Marco Antonio Palacios, aceptó que será gran ventaja no tener enfrente a Sinha, el creativo del conjunto mexiquense: Ojalá no esté, es un dolor de cabeza para cualquier defensa por su gran movilidad, y si juega, pues hay que marcarlo bien.

Luego de su reciente expulsión, el Pikolín reconoció que más que un sicólogo le basta la advertencia de su esposa para moderar su explosivo carácter.

Tras señalar entre risas que toma un antiestrés y practica yoga, aclaró: Si algo me ha mantenido nueve años en primera división es mi carácter... Ella me amenazó con ya no ir al estadio y no llevar a mis hijos si me vuelven a echar del partido; eso sí me dolería.

Después, ya serio, agregó: Analizando mis expulsiones resulta que en realidad son muy pocas para lo temperamental que soy, pero gracias a Dios jamás he lastimado a ningún compañero de trabajo. Por mi carácter a veces me apasiono y piensan que soy un patán, pero no.