Melbourne, 27 de enero. Novak Djokovic se convirtió en el primer tenista de la historia en lograr tres Abiertos de Australia consecutivos en la era profesional al derrotar 6-7, 7-6, 6-3 y 6-2 al británico Andy Murray, en un duro partido de desgaste en la Rod Lover Arena.

El serbio además se consolidó como indiscutido número uno del tenis mundial luego de vencer al tercer cabeza de serie del certamen australiano que conquistó en 2008, 2011, 2012 y 2013.

Con este resultado, Djokovic se tomó revancha de la derrota de septiembre en la final del Abierto de Estados Unidos y batió a Murray en 3:40 horas de juego, que para algunos fue aburrido y para otros inolvidable, después de que el serbio ganó los puntos importantes, mientras su rival sufría por unas ampollas en el pie derecho y problemas musculares en la pierna izquierda.

Tengo mucha alegría, estoy feliz y me siento muy privilegiado por jugar este deporte que amo tanto... Dediqué toda mi pasión interior y mi amor al tenis, y es agradable recibir algo de vuelta, dijo el serbio.

Fue el cuarto título de Nole en Australia, que iguala así al estadunidense Andre Agassi y al suizo Roger Federer. De los recientes nueve torneos de Grand Slam, cinco fueron ganados por el serbio. Hoy se llevó un premio de 2.55 millones de dólares.

Cada victoria es muy especial. Escribir la historia, ver todos esos grandes nombres sobre el trofeo, es absolutamente excitante. Sólo tengo 25 años y ya he ganado seis títulos de Grand Slam, es increíble, añadió Djokovic en la rueda de prensa antes de distribuir chocolates entre los periodistas.

Sin embargo, es el primer tenista que gana por tercer año seguido en Melbourne. Sólo dos jugadores, los australianos Jack Crawford, en la década de 1930, y Roy Emerson, en la de 1960, lo habían logrado antes de la era profesional del deporte blanco (1968).

Ambos jugadores realizaron grandes saques a lo largo del partido, pero Djokovic fue el primero en romper el servicio a su adversario en el octavo juego del tercer set, lo que lo impulsó hacia el título, después de que se repartieron los tiebreaks de los dos primeros episodios.

Para el tercero, el británico tuvo que recibir atención médica a causa de las ampollas que tenía alrededor del dedo gordo del pie derecho. En la silla de al lado, Djokovic se dedicó a estirar los músculos y a mirar sin disimulo qué sucedía con un rival que tuvo un día menos de descanso y jugó dos horas y media más que el serbio en semifinales, en un duro combate contra Federer, al que eliminó en cinco sets.

Era una ampolla bastante grande. En la final del Abierto de Estados Unidos tenía dos uñas negras; es algo que sucede, y sucede especialmente en partidos en los que corres mucho, precisó Murray, quien no quiso justificar la derrota con ese problema físico.

Lo que quedaba, un 6-2, ya no agregaría nada en cuanto al partido, aunque sí mucho para la historia de un tenis en el que Djokovic es cada vez más grande.