Barcelona, 27 de enero. Lionel Messi es un espectáculo garantizado. El argentino no desperdicia ni un partido en el que podría administrar talento y esfuerzo. Como un niño que se divierte en fin de semana asestó cuatro goles de los cinco con los que Barcelona vapuleó (5-1) al Osasuna, el mismo día en que Cristiano Ronaldo cooperó con tres tantos para la causa del Real Madrid, que venció 4-0 al Getafe.

Fue un guiño o advertencia para que el rival llegue a punto para el clásico de este miércoles en el Santiago Bernabeu, en el juego de ida en las semifinales de la Copa del Rey.

El equipo azulgrana se recuperó de la derrota en la jornada anterior ante la Real Sociedad y le dejó posibilidades a un rival que se quedó con 10 hombres a la media hora de juego.

Leo volvió a ser deslumbrante: marcó cuatro goles y extendió su marca a 33 en 21 jornadas disputadas. Suma 12 tantos más que su inmediato perseguidor, Cristiano Ronaldo.

Si bien el primer golazo de Messi, al minuto 11, fue contrarrestado por el empate que consiguió Raoul Loe, al 24, al 27 Alejandro Arribas tocó la pelota con la mano en el área y vio su segunda tarjeta amarilla, por lo que dejó a su equipo con 10 hombres y permitió que el astro argentino recuperara de penal la diferencia en favor de los locales (28).

Pronto llegaría el tanto de Pedro, producto de la solidaridad de Dani Alves, quien prefirió dar una asistencia a marcar un gol al minuto 31, y la Pulga completó su póker de anotaciones en la segunda mitad del partido al finalizar dos grandes jugadas colectivas (56 y 58).

La última media hora, que fue de mero trámite, sirvió para que el Barça cuidara el físico de emblemas como Xavi y Sergio Busquets, además de Pedro, quien realizó un desgaste total en la presión sobre el rival.

Mientras tanto, los merengues expusieron una ráfaga goleadora en la segunda mitad del partido jugado al mediodía y consiguieron su tercera victoria de los últimos cuatro encuentros ligueros.

El argentino Leo Messi extendió su marca a 33 anotaciones en 21 jornadas disputadasFoto Reuters

Cristiano Ronaldo brilló con un nuevo triplete a los minutos 62, 65 y 72, este último de penal, y se consolidó como el segundo máximo goleador del torneo.

El portugués fue determinante en la segunda mitad y dedicó cada una de sus anotaciones a su madre y a su hijo, quien presenciaron el duelo desde un palco.

Sergio Ramos había abierto el marcador para los de casa, tras una falta de Ricardo Carvalho sobre el portero Miguel Moyá, ignorada por el árbitro José Luis González al 52.

Real Madrid devolvió la atención a lo sucedido en el campo de juego después de la operación del capitán Iker Casillas y del circo mediático, después de una polémica protagonizada por el presidente del club, Florentino Pérez, y un periódico deportivo local por las presuntas fricciones entre el técnico José Mourinho y los jugadores.

En otro duelo, la gran actuación del mexicano Giovani dos Santos –quien aportó un golazo a balón parado– no fue sufuciente para que Mallorca ganará e hilvanó su cuarto encuentro sin victoria tras 3-2 frente al Málaga en el Iberostar Stadio.

Con el descalabro, el equipo de Gío se hunde en la zona de descenso, ya que se quedó con 17 puntos y continúa en el lugar 19, penúltimo de la tabla. Málaga, por su parte, presume de 35 unidades para meterse a puestos de la Liga de Campeones.

Por su parte, Athletic de Bilbao batió 3-0 al Atlético de Madrid y alejó al equipo dirigido por el argentino Diego Simeone del Barcelona, líder de la liga.

El conjunto comandado por otro argentino, Marcelo Bielsa, se vengó de la derrota sufrida en la primera ronda, cuando cayó 4-0 en el estadio Vicente Calderón y complicó al club colchonero.