Tula de Alllende, Hgo., 29 de enero. Ante el reclamo de varios ciudadanos que le exigen renunciar porque lo consideran incapaz de proteger a la población, el presidente municipal Jacobo Allende de González respondió: Ni procede mi renuncia, ni acepto el juicio político; quienes abanderan las movilizaciones de protesta por las siete mujeres muertas son grupos irresponsables que buscan beneficios políticos.

El alcalde subrayó que se mantendrá en el cargo porque una cosa es lo que opinen 200 personas, mis enemigos gratuitos, y otra el compromiso y la responsabilidad constitucional que tengo con todo el municipio.

En entrevista, el edil dijo estar satisfecho con el desempeño de su policía y aseguró que a dos de las muertas nos las vinieron a sembrar; no eran personas de la comunidad o de algún municipio cercano. Nos las vinieron a dejar y tuvimos que sepultarlas en la fosa común, insistió Allende González.

Descartó que los crímenes sean obra de un asesino serial y aseguró que los siete crímenes son hechos aislados, por lo que pidió a los habitantes de este municipio no caer en sicosis.

Aseguró que los familiares de las víctimas están en desacuerdo con las manifestaciones. Ellos no estarán en la protesta del viernes, anticipó Allende, y mencionó que Pascual Sánchez, padre de Mónica Sánchez Lugo, se quejó de que los manifestantes lo azuzaron el viernes, tras el hallazgo del cadáver, para que llevara el ataúd al centro de Tula y protestara.

Por la tarde, anunció el despido del coordinador de seguridad pública, José Luis Rivera Martínez, y de los comandantes Apolinar Sánchez Uribe, Liborio Cornejo Pérez y Juventino López Rodríguez. La policía municipal quedó bajo el mando de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, que encabeza Damián Canales Mena.