El secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, negó rotundamente que la reforma energética tenga por objeto privatizar Petróleos Mexicanos (Pemex) o las reservas energéticas del país.

En esa tesitura, Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, advirtió que el peor escenario para la paraestatal sería continuar como se encuentra ahora, en el inmovilismo. Añadió que si no se aplica la reforma energética, para 2018 México se convertirá en un país importador de hidrocarburos.

Horas antes, tras haberse reunido en privado con los diputados del PRI, Luis Videgaray adelantó que no se puede especificar el contenido de una reforma hacendaria –ésta sería aprobada en el segundo periodo de sesiones del presente año–, no obstante, trazó lineamientos generales con el propósito de eliminar los privilegios fiscales, es decir, que pague más el que más gana, generar un sistema tributario justo e impulsar en consecuencia el crecimiento del país.

“Se está trabajando para facilitar el acceso del crédito, particularmente a las pequeñas y medianas empresas, y hacerlo más barato en nuestro país. Hablamos también de la preparación de una iniciativa en materia de deuda de los estados y municipios, con dos grandes objetivos: el primero, reducir el costo del financiamiento a la gran mayoría de los que hacen un manejo responsable de sus finanzas y, también, como lo dijo el Presidente de la República, poner orden en los excesos que hemos visto en tiempos recientes.

Hablamos de la reforma en materia de telecomunicaciones, que como ustedes recuerdan en el Pacto por México está previsto que sea una de las iniciativas inmediatas y que tiene como objetivo fundamental introducir mayor competencia en todos los segmentos que componen a la industria de las telecomunicaciones, de manera muy destacada abaratar y facilitar el acceso a la tecnología de la información y la banda ancha.

El tema de la reforma energética y sus probables implicaciones privatizadoras hizo que Videgaray respondiera puntualmente: “de pronto vemos información que pareciera apuntar en otro sentido, y creo que no ayuda a que haya una discusión seria y debidamente informada. Ni el presidente Enrique Peña Nieto ni ninguno de los integrantes del gobierno han hablado de privatizar Pemex ni mucho menos privatizar las reservas petroleras o de gas que tiene México.

Eso sí lo quiero dejar muy claro, porque pareciera que a veces se quiere equiparar reforma energética con privatización, lo cual sería un grave error y una falta de seriedad. Lo que les digo es que ¡no se va privatizar Pemex!

Incluso, puntualizó, es idea del gobierno federal tener una empresa pública más productiva, moderna, con capacidad de atraer tecnología, capital y conocimientos específicos, para enfrentar los retos que tiene y las oportunidades en beneficio de todos los mexicanos.

Asimismo, Videgaray aceptó desglosar algunos lineamientos de la futura reforma fiscal. Se le preguntó sobre la probabilidad de aplicar IVA en alimentos y medicamentos, y respondió que la propuesta de ley se encuentra en proceso.

“La Constitución establece con mucha claridad el principio de progresividad en el pago de los impuestos. Cuando hemos dicho que quienes ganan más tendrán que pagar más, lo que estamos diciendo es que la reforma hacendaria tiene que cumplir con la Carta Magna, porque así lo establece.

“Esto implica revisar de manera integral todo el sistema tributario, no solamente una parte. Específicamente en materia del impuesto sobre la renta tenemos que reconocer que es un sistema que se ha ido generando a partir de reformas sucesivas que se han venido acumulando y que no tienen un diseño integral o que lo perdieron el camino. Por tanto, tenemos que revisarlo de manera completa.

Un tema específico, que creo no debe estar fuera de discusión y que está incluido de manera explícita en el Pacto por México, es el de la consolidación fiscal, que habremos de revisarlo, y como ése, habremos de revisar los elementos que integren todos los impuestos, repito, para tener una reforma que nos dé competitividad y que sea justa.

Sobre la iniciativa de telecomunicaciones, el secretario refirió que los argumentos para ella están incluidos en el Pacto por México.

Eses acuerdo, agregó, “considera lo que tiene que ver con telefonía fija y móvil, servicios de datos, acceso a Internet y radio y televisión. Ahí están contenidos cuáles serán esos elementos para introducir mayor competencia.

Específicamente en el tema de la telefonía, el pacto prevé que pueda existir una regulación asimétrica entre el competidor dominante y el resto. ¿Qué quiere decir esto? Que se le dé un tratamiento distinto para efectos regulatorios, como ocurre en muchos otros países donde existe un competidor dominante o que tiene un tamaño significativamente superior al del resto de los participantes en la industria. Estos contenidos específicos son los que se están trabajando en este momento.