Nueva Orleáns, 30 de enero. Ray Lewis quiere ayudar a Baltimore a ganar a San Francisco el Supertazón 47 de futbol americano antes de poner fin a su carrera, pero su intención se ha visto empañada por acusaciones de dopaje y se ha visto obligado a emitir desmentidos sobre supuesto uso de sustancias prohibidas.

Si me conoces, sabes que es una broma, dijo la estrella de los Cuervos en rueda de prensa en un hotel de esta ciudad.

He estado en este juego 17 años y tengo demasiado respeto por el negocio y mi cuerpo para haber hecho algo como eso, puntualizó el liniero quien rechazó un informe de la revista Sports Illustrated publicado el pasado martes, que lo vincula a una supuesta sustancia prohibida por la NFL.

El reporte señala a Lewis en conversaciones con Ross Mitch, propietario de la firma SWATS –distribuidora de esos productos– para conseguir sustancias que le ayudaran a acelerar su recuperación de una lesión en el tríceps derecho roto.

Lewis asumió estas acusaciones con una sonrisa y sin muestras de preocupación: La razón por la que estoy sonriendo es que es tan graciosa esta historia. Nunca, jamás, tomé lo que ahí dice o se supone que hice.

Al preguntarle sobre si el público debe ser escéptico sobre los atletas que niegan usar drogas para mejorar el rendimiento, tras el escándalo de Lance Armstrong, Lewis dijo: No sé acerca de Lance. Sólo puedo hablar de Ray Lewis.

No es la primera vez que Lewis ha tenido que defenderse de acusaciones de mala conducta. Hace 13 años se vio involucrado en un incidente en el que dos hombres fueron asesinados después de una fiesta del Superbowl en Atlanta, cuando hubo una pelea entre Lewis y su séquito, y otro grupo de personas.

Por su parte, el pasador titular de San Francisco, Colin Kaepernick, reveló que ha seguido al pie de la letra las enseñanzas del futuro Salón de la Fama, Randy Moss, y explicó que fueron parte importante para la toma de decisiones cruciales en los partidos.