Hace tres meses que comenzó a operar la línea 12 del Metro y el paradero de Tláhuac sigue cerrado, lo que provoca que los ingresos de los transportistas se reduzcan hasta 60 por ciento, ante la competencia desleal de más de 2 mil mototaxis, carritos de golf o bicitaxis, y la negativa de la Secretaría de Transportes y Vialidad a modificar nuestros recorridos y ser alimentadores de la línea.

Reynell Trinidad Ramírez, dirigente de la ruta 50, denunció que las mesas de negociación con las anteriores autoridades, que terminaron funciones el pasado 4 de diciembre, sólo sirvieron para provocar un crecimiento desmedido de ese servicio irregular, que funciona como colectivo y con tarifas de ocho pesos, contra tres y 4.50 que cobran microbuses y autobuses.

La gente paga esa tarifa porque la dejan afuera de la estación y nuestras unidades a varias calles, ante la negativa de la Setravi de modificar nuestros recorridos, lo cual afecta a los transportistas de las rutas 50, 12 y 56, que corren de General Anaya a Tláhuac y Chalco; de la Central de Abasto a Tulyehualco y de la Viga a San Pablo, respectivamente, precisó.